Los fundamentos de la sentencia que condenó al panadero Francisco Bourscheid (52) a prisión perpetua por el asesinato de la adolescente Angélica Ramírez (14) se conocerán el 2 de diciembre. Sin embargo, Misiones Online pudo saber de fuentes judiciales que la base del fallo fueron las pericias. Para los jueces, los testimonios de testigos fueron apenas datos indiciarios, elementos que pusieron en contexto lo que los peritos sacaron a la luz.
El Tribunal Penal Uno, conformado por los magistrados Martín Errecaborde, Ángel Dejesús Cardozo y Eduardo D’Orsaneo, consideró a la hora de evaluar las pruebas que los siguientes elementos eran contundentes para declarar culpable al único imputado que tuvo la causa desde el inicio:
– La mancha de sangre de la víctima que apareció en una zapatilla del panadero. Para los camaristas era un elemento que no dejaba lugar a las dudas. La gota enlazaba de manera directa al imputado con el asesinato. Los camaristas descartaron los argumentos de la defensa de que esa prueba había sido “plantada” y de que hubo un mal procedimiento hecho por los investigadores.
– Las huellas de Bourscheid en donde apareció el cadáver de Angélica. Las pericias determinaron que marcas de las zapatillas de Bourscheid eran las que aparecieron a pasos de donde quedó tirado el cuerpo de la adolescente. Esto confirmaba la presencia del hombre en el escenario del asesinato, ya que los peritos determinaron que a la chica la golpearlo hasta matarla allí mismo, a un costado de la avenida terrada Pionero Khun.
– Las lesiones que presentaba el panadero en sus brazos. Para el Tribunal son compatibles con las lastimaduras que podía ocasionar un gajo de “Santa Rita”, encontrado en el sector donde el cadáver de la víctima fue arrastrado. Para los jueces, en su afán por arrastrar el cadáver, Bourscheid se lastimó con las espinas de la mencionada rama.
En un segundo nivel en orden de importancia, los camaristas colocaron los indicios que ubicaban al imputado en la zona donde vivía Angélica. Dieron crédito a los testimonios que aseguraron haber visto en la entrada al barrio San Francisco una camioneta roja “mal estacionada”. En esto, los magistrados coincidieron con la opinión de la fiscal Liliana Picazo, para quien Bourscheid se había ubicado en ese sector de Puerto Rico para “manguear” a la jovencita.
Lo que no trascendió es qué considera el Tribunal motivó la agresión que le adjudican a Bourscheid. Si bien las versiones que siempre sobrevolaron al expediente apuntaron a una relación pasional que esa noche explotó con una feroz discusión, ningún testigo pudo confirmar tal relación. Habrá que esperar hasta el 2 de diciembre para ver si hay mención al supuesto móvil.
La pista que condujo al panadero y el allanamiento clave, donde incautaron las zapatillas, fueron logros del trabajo de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas, que tuvo en ese caso una de sus pruebas de fuego. La dependencia había sido creada en 2011
Los detectives de la SAIC estuvieron en Puerto Rico casi dos semanas para desentrañar el hecho. Fue entre fines de septiembre y principios de octubre de 2012.
Desde entonces, la Secretaría ha participado en las pesquisas de los hechos más relevantes ocurridos en Misiones. Actualmente, son 16 los investigadores que están afectados a la SAIC, cuyo titular es Fernando Castelli, un funcionario con mucha trayectoria en la Justicia Penal. En su mayoría, el personal es técnico: hay licenciados en Criminalística, analistas en sistemas, técnicos en reparación de celulares y expertos en tiro, por ejemplo.
Por ley, cada circunscripción judicial de Misiones tiene que tener su “filial” de la SAIC. Esto todavía no es una realidad, pero se cree que puede concretarse en un futuro. Mientras tanto Castelli y su gente llevan la “Secretaría Móvil” a todos lados.
