La economía argentina muestra signos claros de reactivación

Por Adolfo Safrán, secretario de Hacienda de Misiones.

 

Luego de un primer semestre complicado en términos económicos que afectó a algunos sectores productivos con caídas en sus niveles de demanda y por ende, de su producción y empleo, a consecuencia de la brusca depreciación de nuestra moneda frente al dólar que entre Septiembre del 2013 a Enero de 2014 perdió un 38% de su valor, para este segundo semestre el panorama económico muestra ser más alentador.

Si bien los datos de la evolución del Producto Bruto Interno refleja en el Primer trimestre del año un leve incremento del 0,3% y un decrecimiento de 0,02% para el 2do trimestre del año, otros indicadores exhibieron peor comportamiento de la economía real: Para el mes de mayo/2014 de 13 actividades económicas encuestadas, 6 de ellas (casi el 50%) respondían que habían registrado caídas en sus niveles de producción ( Productos del Tabaco, Papel y Cartón, Caucho y Plástico, Textiles, Resto de la industria metalmetálica) con el fuerte descenso además que mostraba la industria automotriz además.
La principal causa era la caída en el consumo privado, principal componente de la Demanda Agregada, que exponía este comportamiento a raíz de la reducción en el poder adquisitivo real (no nominal) de los asalariados, comerciantes, trabajadores independientes, post-devaluación del 23 de enero. En otras palabras, el aumento de los precios se produjo después de enero/2014 redujo el poder de compra de los argentinos y con ello, su consumo, afectando por lo tanto a la economía en su conjunto.
Ahora bien, para el mes de Agosto/2014 las perspectivas económicas decimos son diferentes. De 12 sectores económicos relevados, solamente 4 de ellos exponen caídas en su producción y además muy leves: Refinación del Petróleo, Productos de Caucho y Plástico e Industrias Metales Básicas. Solamente la industria automotriz aún no sale del pozo depresivo con caídas en su producción cercanas al 34%.
El 94,7% de las empresas encuestadas no piensa modificar su plantel de personal, el 4,2% vislumbra una baja y el 1,1% un aumento de su plantilla. Esta encuesta no difiere de los resultados de la encuesta del mes de mayo pasado propio también que nuestro mercado laboral es bastante rígido, las empresas son lentas tanto para tomar como para despedir personal.
El sector de la construcción aún no logra recuperarse del todo, por ejemplo la caída interanual en la venta de cemento para el mes de mayo había sido del 12,6% y en agosto persistía la caída con una cifra menor (-7,7%).
La producción de acero, en cambio, vinculada al sector automotriz que para mayo pasado presentaba una suba del 7,8% interanual, en agosto presentó una caída del 7,8% interanual.
Sin dudas, si bien existen sectores que aún presentan dificultades pues se redujo su volumen de operaciones, la mayoría de ellos ya está pudiendo exhibir valores positivos. Estos indicadores contradicen contundentemente las afirmaciones que se suele escuchar en medios nacionales incluso a denominados economistas reconocidos que pretenden instalar la sensación que la economía argentina pierde cada vez más fuerza.
¿A qué se debe este punto de inflexión? Por un lado, la recuperación de la competitividad de la economía doméstica a partir del aumento en el tipo de cambio lo que permite mejorar las exportaciones y sustituir importaciones, lo cual no es un proceso rápido ni sencillo, las empresas deben adaptarse a las nuevas condiciones, volver a conquistar mercados externos y también comenzar a fabricar aquello que se compraba del extranjero. Este proceso igual es muy lento porque estamos en un contexto internacional ralentizado, las economías europeas y estadounidense aún no muestras signos claros de reactivación y eso atenta contra la posibilidad de exportar más.
Por otro lado, las recomposiciones salariales que se dieron en el marco de las diferentes paritarias mejoraron el poder de compra y con ello el consumo, también los sectores de actividades independientes, comerciantes y prestadores de servicios pudieron recomponer parcialmente sus precios y con ello su poder de compra. Este ajuste en las variables ha permitido que el consumo vuelva a recuperarse.
Los datos de la recuperación económica también se pueden contrastar con la evolución de la recaudación nacional de impuestos. Conforme al cuadro siguiente, hasta el mes de junio el IVA que es un tributo que se percibe sobre la base del consumo, hasta el mes de junio venía con incrementos anuales a tasas decrecientes, y desde julio/14 comenzó claramente a exponer una tendencia creciente. EL impuesto de la ley 25.413 que se percibe sobre el movimiento de las cuentas bancarias, que se mueven al compás de la actividad económica expone comportamientos oscilantes pero también refleja un incremento en la volumen de operaciones.
inforecaudacion

El panorama fiscal para las provincias aún así sigue siendo complicado pues esta “mejora” en la recaudación sirve para atender parcialmente los compromisos corrientes asumidos en los meses anteriores en los que los ingresos no eran suficientes.
Por otro lado, no es cierto que la inflación se encuentre retroalimentada por la expansión monetaria que hace el Banco Central: La Base monetaria en el último año pasó de $326.803 millones a $388.523 millones, o sea un incremento del 18,9% anual frente a un contexto de aumento de precios un poco mayor, de modo que la oferta monetaria en términos reales se ha reducido, es equivalente a que el Banco Central hubiera llevado una política monetaria restrictiva no expansiva.
En definitiva, frente a los anuncios de algunos sectores que intentan instalar la sensación de desánimo y un panorama económico oscuro, los indicadores claramente exponen todo lo contrario.

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