Los directores del Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) dieron por finalizada ayer la concertación, no lograron ponerse de acuerdo para actualizar los valores de la hoja verde y la yerba canchada, en consecuencia la decisión quedará en manos del ministerio de Agricultura de la Nación. La industria ofreció 3,85 pesos por kilo de hoja verde, en consonancia con el aumento propuesto por la Secretaría de Comercio Interior para el valor de la yerba a salida de molino, valor considerado insuficiente por representantes de los demás eslabones de la cadena yerbatera. El miércoles habrá una concentración en Oberá, convocada por productores y secadores. Hay temor por posible sobreoferta de materia prima.
Luego de más de tres meses de infructuoso debate y gestiones frente a funcionarios nacionales que involucraron incluso al gobernador Maurice Closs, finalmente el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) dio ayer por terminada la concertación en el marco de la cual se buscaba establecer los precios de la hoja verde y la yerba canchada para el semestre que coincide con la zafriña de verano. Ante la imposibilidad de llegar a un acuerdo por unanimidad, la cuestión fue remitida al ministerio de Agricultura de la Nación, que deberá definir los precios a través de un laudo.
La reunión de ayer fue un calco de las anteriores, los representantes de la molinería plantearon un precio de 3,85 pesos por kilo de hoja verde, apenas 25 centavos por encima del valor oficial acordado el semestre pasado y muy por debajo de lo que efectivamente está pagando el mercado. Desde ese sector argumentaron que los controles que aplica la Secretaría de Comercio Interior de la Nación sobre los precios a salida de molino, les impiden acordar un valor más alto.
Desde el sector primario, en tanto, lamentaron que los industriales no accedieran a oficializar lo que efectivamente están pagando por la materia prima y afirmaron que están especulando con los efectos que podría tener en el mercado, una eventual sobreoferta de hoja verde.
Por su parte, Sergio Delapierre, representante de los secaderos, explicó que no accedieron a firmar un acuerdo en los términos planteados por la industria porque “no se puede aceptar un precio por debajo de los que los mercados están pagando, sino corremos el riesgo de que sea el propio instituto el que indique una baja de precios. Desde el sector secaderos no queremos ser actores de una rebaja solo para llegar a un acuerdo, la ley nos indica que tenemos que contemplar los costos y un rentabilidad mínima. Evaluando todo eso, decidimos que sea responsabilidad del gobierno nacional la definición de los precios oficiales para el próximo semestre”, indicó.
Indicó que cuando vuelva a habilitarse la cosecha, será el mercado el que decida los precios. “Pero no sabemos si esos precios de mercado van a ser de tendencia creciente o se van a planchar”, advirtió.
Prácticamente todos los directores del INYM consultados coincidieron en que la Nación difícilmente, otorgue una suba superior a la ofrecida por los molineros, dado que en reuniones recientes el Secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, había planteado un techo de 7 por ciento para un posible aumento de la yerba.
En alerta por la situación, los sectores de la producción y secaderos se convocaron miércoles que viene a una manifestación pública que se desarrollará en el Cruce Karaben, en el acceso a Oberá por ruta 14, allí los directores van a explicar cuál es la situación actual e intentarán anticipar escenarios futuros.
Uno de los mayores temores pasa por los efectos que podría generar una sobreoferta de materia prima, impulsada por la cosecha récord de este año. La falta de acuerdo en el INYM y un laudo que se presume pobre, deja los precios a merced de los vaivenes del mercado, en ese escenario, que empiece a “sobrar” hoja verde, impediría una actualización en los valores.
“Otra gran queja que planteamos es por qué la secretaría de Comercio Interior busca mantener planchados los precios de la actividad yerbatera misionera y correntina y no hace el mismo esfuerzo para restringir las ganancias tremendas que tienen las cadenas comerciales. No vamos a permitir que se avasallen nuestros precios y se permita que las grandes cadenas hagan las ganancias enormes que hacen, ahí tiene que actuar Comercio Interior”, señaló Delapierre.
