Prefecturianos reconocieron falta de capacitación en salvamento

Los efectivos de la Prefectura Roberto Ríos y Omar Recksiegel fueron dos de los testigos que declararon por la tarde de este martes ante el Tribunal Federal de Posadas, que juzga a los dos imputados por la llamada Tragedia del Paraná. Explicaron que reciben cursos teóricos en salvamento y primeros auxilios, pero que nunca han hecho ejercicios prácticos de los mismos.

Ríos es ayudante de primera de la Prefectura Naval aún en actividad, recordó que esa jornada estaba afectado en el Guardacostas Pacú, su función era de vigilante. Eran cuatro los tripulantes de la embarcación que fue de apoyo y control para los nadadores. Recordó que les habían asignado el acompañamiento de los nadadores que venían a la vanguardia de la competencia, pero los esperaban en el canal de navegación para no entrar en aguas paraguayas.

Él también recurrió a hacer croquis para mostrar dónde estaban esperando a los nadadores. Según su testimonio, “las barcazas eran visibles desde la costa posadeña”. Debido a una contradicción en sus palabras se recurrió a la lectura de su declaración en fojas 1118 y 1119, donde él había reconocido la presencia de las barcazas en la zona del puerto paraguayo desde antes de la competencia.

Narró que cuando la vanguardia de los nadadores pasó el canal, ellos se dedicaron a acompañarlos aguas abajo hacia el puerto posadeño. “Por radio nos avisan que algo pasó con los otros nadadores, por ello volvemos a la zona del hecho y comenzamos a ver piraguas y gente, comenzamos las tareas de rescate. Cuando esto sucede las barcazas estaban en el canal, nosotros nos pusimos al costado de las barcazas a levantar gente, no recuerdo cuántas rescatamos”.

En el croquis que realizó marcó que ellos en el guardacostas Pacú esperaban frente al club Pacú Cuá pero tras la línea del canal de navegación, las barcazas estaban a la izquierda de su embarcación, pero sobre el canal. A su derecha cerca del puente internacional, más cerca de la costa posadeña había dos embarcaciones de Prefectura que estaban como apoyo según él. Las identificó como Bravo Papa y Lima Fosco.

Sobre el rescate indicó que “no recuerdo si había otras embarcaciones, a la gente la hacíamos subir por una de las bandas, con una escalera. A una jovencita que nos la acercó el jet ski de PNA “la subimos por la proa porque estaba inconsciente”.  Explicó que cuando estaba lleno el Guardacostas volvieron al puerto posadeño donde los dejaron.

Indicó que hicieron otras salidas para buscar a más nadadores, pero siempre se acercaron hacia “la popa de la barcaza, no sabíamos qué pasaba en la proa”. En el segundo viaje “levantamos a más personas, en el tercer viaje fuimos aguas abajo y rescatamos a dos o tres personas más”.

Recordó que estuvo en el río hasta las 14 horas cuando fue remplazada la tripulación. Indicó que “la embarcación nunca se quedo sin combustible”.

El uniformado con más de 30 años de antigüedad declaró que “la mayoría de la gente sabe que la barcaza amarrada genera un efecto de succión en el río al estar así amarradas” y ratificó que las mismas eran visibles desde la costa argentina.

Al ser interrogado por el Fiscal, Ríos indicó que la fuerza ofrece cursos de capacitación en salvamento en el río, pero aclaró que “son cursos teóricos, pero me considero capacitado para hacer un salvamento”. Recordó que hace dos años la fuerza tiene un grupo de buzos especialistas en rescate y salvamento.

Patricio Mouesca (defensor de uno de los imputados, Hugo Alfonso) le consultó si participó en eventos similares anteriormente y él sostuvo que en competencias anteriores y que siempre “la seguridad se coordina entre Prefectura y el organizador del evento”.

También habló de la presencia de boyas que demarcaban el canal y que los nadadores de la vanguardia las usaron como referencia para cruzar. No se acordaba de qué color y tamaño eran, pero afirmó que “eran visibles a simple vista”.

Luego llegó el turno de Reckziegel, el prefectueriano que estaba encargado de manejar la moto de agua o jet sky de la fuerza. Debía hacer de apoyo para acompañar a la retaguardia de los nadadores de la competencia. Dijo que salió 25 a 30 minutos más tarde de lo previsto porque su embarcación tuvo una falla eléctrica y tuvo que recurrir al mecánico de la fuerza para que lo solucione.

Indicó que cuando pudo zarpar y llegar al canal, ya había sucedido el accidente “zarpe del muelle alto, la competencia tenía un horario estipulado y yo zarpe con 25 a 30 minutos de demora” afirmó. “Cuando llegué ya había operaciones de rescate, tomo conocimiento de eso por lo que vi”, explicó.

Narró que “yo voy con la moto hasta la proa de la barcaza y ayudo a una jovencita que era socorrida por una moto civil que iba de apoyo a los nadadores. Intervengo porque el rescatista de esa moto se tiró al agua y la ayudo a salir de al lado de la barcaza pero se le escapa, por eso yo y mi acompañante nos metemos y logramos alzarla en nuestra moto. La llevamos a bordo de el guardacostas Pacú y volvemos a buscar a otras personas”.

Explicó que en esa mañana realizó el rescate de cinco personas, la jovencita y cuatro palistas. Al segundo rescatado lo suben a otra embarcación y a los demás los fueron acercando a la costa posadeña de a uno. Indicó que un palista que estaba en el agua le dice que “él estaba bien y no hacía falta que lo rescatemos, que había otros que necesitaban más que él e incluso me señala a otro palista al que fuimos a socorrer”.

Mencionó que “había mucha gente en la proa de la barcaza, pero decidí que sí me metía ahí arriesgaba mi vida. Teníamos un salvavidas circular pero no lo usamos porque había embarcaciones más grandes que estaban rescatando personas en el lugar”.

Al ser consultado sobre si el sabe hacer primeros auxilios y RCP, indicó que “no, en Prefectura se dan cursos de RCP, los conozco en teoría pero no en la práctica”.

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