En el cuarto día de audiencia por el homicidio de Silvia Andrea González, ocurrido en Campo Viera en octubre de 2001, se dio inicio a las declaraciones de los imputados y testigos. Marciano Benítez fue el único de los sentados en el banquillo de acusados que decidió declarar. Hugo Ríos y Fabiana Cantero se abstuvieron de ser indagados, al igual que los efectivos policiales Silvera, Morel, Zayas y González.
Pasaron cuatro testigos. Las partes pidieron que a dos de ellos se los investigue por falso testimonio. Uno de los casos es el de Carina Morel (27) considerada mitómana. El otro es el de Karina Rujoski.
La audiencia tuvo un retraso de una hora y media por la falta de energía eléctrica en la zona de la Unidad Regional II de Policía, donde se lleva adelante el debate.
La actividad comenzó con una solicitud por parte del actor Civil, encabezado por el Dr Claudio Quevedo y conformado por los padres de Silvia Andrea. El pedido concreto era que la declaración de los progenitores se dé luego de la de los imputados y previa a los testigos, pero las demás partes coincidieron en que no se cumplió con las formalidades de llamarlos a los padres de la víctima como testigos y que la declaración testimonial no era correcta. En tanto que la Dr Graciela Abdolatiff agregó que no se niega a la incorporación de la declaración por lectura.
Luego llegó el momento de sentar se en el banquillo a los imputados, el único que decidió declarar ante el tribunal compuesto por Pablo Rivero, Graciela Ivonne Heppner y Demetrio Cuenca fue Marciano Benítez, quien se desligó de todas las acusaciones indicadas en su contra. Comenzó afirmando que él trabajaba en casa de Luciano Pérez, atendiendo a este hombre que al ser una persona mayor necesitaba de cuidados especiales fundamentalmente porque poseía un carácter especial y no permitía muchas cosas.
Producto de la avanzada edad de Pérez, el imputado Benítez sostuvo que en algunas oportunidades no quería utilizar el pañal para adultos y que en los días previos a la desaparición de Silvia Andrea se cayó de una silla y se cortó la cabeza.
Benítez señaló esto porque entre las acusaciones efectuadas en su contra, Norma Ferreira, quien trabajó tres días en casas de Pérez, contó que desde el cuarto donde dormía Marciano salía un olor nauseabundo y que en el baño de la casa encontró un trapo con sangre.
Además otros testigos señalaron que vieron a una joven que estaba en esa casa y que la vieron atada de manos y pies, con la boca tapada.
Benítez detalló cómo era la casa, las actividades que realizaba y recordó que la lado de la vivienda estaba ubicada la unidad básica, donde funcionaba un partido político que alquiló el local. Manifestó: “Es imposible que tenga una chica atada y gritando si el local estaba pegado y con gente constantemente haciendo reuniones, algo iban a ver o escuchar, yo no estoy mintiendo”. Al finalizar su declaración solicitó al tribunal que “por favor haga justicia, yo tuve seis abogados en todo este tiempo y no puedo seguir más así”.
Luego tuvo que responder preguntas. Dijo, por ejemplo, que no conocía a Silvia Andrea González, sí a Hugo Ríos (hijo del intendente Juan Carlos Ríos, de Campo Viera) por la política y a Fabiana Cantero también.
Asimismo volvió a explicar que el olor feo proveniente de su cuarto era porque Don Pérez utilizaba pañales y muchas veces hacía sus necesidades sin ir al baño, y que el trapo con sangre era porque días previos el hombre tuvo un accidente doméstico.
Además sostuvo que no vio a las hermanas Cantero durante los días que Silvia Andrea estuvo desaparecida. Varios testigos indicaron lo contrario.
Por su parte los imputados Hugo Ríos y Fabiana Cantero, no declararon por recomendaciones de sus abogados.
En tanto que todo los efectivos policiales involucrados en la causa tomaron la misma postura de no declarar hasta que su abogado, Dr Javier Millán crea conveniente.
Luego llegó el momento de los testigos, la primera fue Carina Soledad Morel (27), quien realizó una extensa declaración destacando que vio a una chica gritando y pidiendo ayuda desde una de las ventanas de la casa donde vivía Benítez. Como así también expuso que fue amenazada por los hijos de Marciano para que declare contra los policías.
Morel en 2004 ya había declarado y hasta tuvo un careo con el oficial Morel. En ambas ocasiones sostuvo que mintió por estar bajo amenaza de los hijos de Benítez y por parte de la policía y frente al tribunal expuso que “lo que hoy dije es la verdad, yo vi que en la ventana había una chica gritando tres veces que la ayude. El oficial Morel jamás me dio dinero para que declare contra Benítez. Cuando estuve detenida estaba con Cantero y jamás se tocó el este tema. Yo no conocía a Silvia Andrea, si a Ríos y Cantero”.
Luego de ello la abogada defensora de Benítez, Dra Sandra Llamosas, solicitó al tribunal que se inicie un proceso por falso testimonio de la testigo Morel, al cual se sumó la Fiscal Estela Salguero de Alarcón. “No hay dudas que mintió en sus declaraciones y hoy está mintiendo. Los especialistas indicaron que ella es una mitómana y eso es una enfermedad; esto no es nuevo, hace 11 años viene mintiendo, sabe muchas cosas, pero miente”, indicó.
A este pedido también se sumaron las otras partes, a lo que el Tribunal tomará la decisión en la próxima audiencia.
Karina Rujoski (29) fue la segunda testigo y desde un principio indicó que no recordaba nada de lo sucedido y por este motivo se realizó la lectura de sus declaraciones donde indicaba que el comisario Silvera le mostró una cadenita que era perteneciente a Silvia Andrea porque recordaba haberla visto en varias oportunidades con el collar. También rememoró que le mostraron un chalequito que habitualmente utilizaba la víctima. Rujoski indicó también que los elementos mostrados fueron en la comisaría y fue antes de que apareciera el cuerpo sin vida de Silvia Andrea.
Ricardo Muñoz fue el tercero en declarar y aportó que en su recuerdo está presente que vio a una chica hablando con Benítez, pero que no pudo reconocer a la chica en ningún momento. Pero si me acuerdo que ella estaba libre, hablando como lo hacen dos personas.
Por su parte, Luisa Muñoz, madre de dos testigos, recordó que en aquella oportunidad sus hijos manifestaron que vieron a una joven en casa de don Pérez y que Marcos vio por la rendija que estaba atada a una silla y con la boca tapada.
El juicio continuará este miércoles a partir de las 8.30.
