Tragedia del Paraná, el juicio: el organizador declaró que nadie le dijo que las barcazas eran un peligro para los nadadores

El Tribunal Oral en lo Criminal Federal de Posadas, sito en calle Félix de Azara 2170, lleva adelante hoy la primera audiencia de debate oral por la Tragedia del Paraná, ocurrida el 16 de enero de 2010 y que le costó la vida a ocho deportistas que pretendía cruzar a nado el río desde Encarnación hacia Posadas. De los dos imputados, uno accedió a ser indagado y el otro se abstuvo. Después empezó la ronda de testimoniales.

Los procesados son el prefecto Jorge Antonio Lezcano, quien es defendido por el abogado Juan Carlos Maggi, y Hugo Alberto Alfonso, asistido por el letrado particular Eduardo Patricio Mouesca. Por su parte los Dres. Rodrigo Bacigalupi, Eduardo Paredes y José Luis Rey representan a las querellas, en tanto que la Fiscalía está a cargo del Dr. Juan Andrés Stuber.

El Tribunal está integrado para este debate por los Dres. Norma Lampugnani –que preside el proceso-, Mario Hachiro Doi y Lucrecia Rojas de Badaró.

Fueron citados 48 testigos, entre investigadores, sobrevivientes de la tragedia y parientes de las víctimas fatales.

En primera instancia, el Tribunal rechazó un pedido de la defensa de Lezcano a cargo del abogado Maggi, que consistía en la suspensión del juicio a prueba, lo que comúnmente se conoce como Probation en la jerga judicial.

Justamente el prefecturiano fue el primero en ser llamado para prestar declaración pero usando su recurso de defensa se abstuvo. Entonces leyeron su testimonio en la etapa de instrucción, que recién se hizo el 2 de agosto del 2012.

En la misma, quien ahora cumple funciones en Buenos Aires dentro de la fuerza de seguridad federal, dijo que no se considera responsable de lo sucedido porque arbitró todos los medios y el personal para brindar seguridad en el evento.

En su declaración había dicho que no existía alerta meteorológica y que vio cómo un grupo llegó normalmente a destino. Salían del club Pacú Cuá de Paraguay y terminaban la competencia en el club del Instituto del Seguro en Posadas. Posteriormente a la llegada de los primeros participantes le avisaron que había un grupo pidiendo auxilio cerca de unas barcazas y dispuso de los efectivos y embarcaciones para llegar hasta ese lugar.

“Mucho se habló de las personas que murieron y es lógico, pero nadie dijo nada que Prefectura salvó a 30 personas”, fueron textuales palabras según la lectura de las declaraciones de Lezcano en su momento.

También en esa indagatoria Lezcano manifestó que todos los cuerpos se hallaron en Paraguay. En este contexto se dio lectura a una frase en donde consideró “injusta” la imputación por el hecho. Lezcano en 2010 era el segundo jefe del departamento de Operaciones de la Prefectura Posadas y porque el titular estaba de licencia era el encargado absoluto. De allí la imputación como responsable de la fuerza que debía brindar seguridad en la competencia.

Inmediatamente se le dio la opción a Hugo Alfonso de declarar y el organizador de la fatal competencia aceptó. Explicó cómo llegó a la presidencia de una Asociación que nunca tuvo sede social y no hay registro de ello. Tyson dijo que desde los 18 años se involucró en el deporte acuático y que desde 2008 se hizo cargo del Cruce del Paraná entre otras pruebas.

“Pedro González era el presidente de la Asociación Mercosur de Aguas Abiertas y yo colaboré en la organización de varias carreras hasta que en 2008 me dijo para hacerme cargo. Los papeles nunca los vi porque junto con el profesor Breitemburch quedaron en que ellos se harían cargo de todo lo legal”, dijo al respecto uno de los imputados.

Asimismo dijo que entre 2008 y 2009 organizó más de siete carreras (incluida el cruce) y todo salió con normalidad. En cuanto a lo que pasó en 2010, Alfonso agregó que le había pedido colaboración a Mauro Bacigalupi, una de las víctimas y que días antes de aquel 16 de enero de 2010 se había comunicado con gente la Armada paraguaya y de Prefectura para poner al tanto de la competencia y  que le habían garantizado la seguridad del evento.

También dijo que una semana antes hizo el recorrido por donde irían los nadadores, un poco en bote y otro nadando, Que se sabía que estaban las barcazas pero nunca tomó conciencia de que podían representar peligro y desde ninguna fuerza le dijeron que así era.

Respecto al hecho, dijo que ese día estaba nublado y que el viento fuerte comenzó después de la largada. Que la misma fue desde Paraguay a eso de las 10 de la mañana y él había controlado que todos tuvieran los elementos de seguridad. Manifestó que la competencia se dividió en tres grupos, uno que eligió tomar la dirección en sentido a la iglesia Stella Maris y otro a las barcazas, o cerca de ellas.

Alfonso explicó cómo el grupo que pasó cerca de las barcazas fue chocando con las grandes embarcaciones e inmediatamente que le avisaron fue con una lancha a ayudar. Que rescataron a cuatro personas hasta que llegó Prefectura e hizo más salvatajes.

En este sentido también confirmó que Eugenio Seró había logrado transponer la línea de las barcazas pero cuando se dio cuenta que había competidores y los guías que iban en piraguas que estaban atrapados en esa zona volvió a ayudar y nunca más pudo salir.

También agregó que cada nadador elegía el camino a tomar para llegar a destino y que solo se marcaba la llegada y salida de la carrera. Que siempre participó de competencias así y nunca observó que antes estuvieran las barcazas, aunque supo que las mismas usaban ese canal desde 2004 aproximadamente.

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Sentado, a la derecha, esperando el inicio del debate, Hugo «Tyson» Alfonso.

 

Competencia que terminó en desgracia

El 16 de enero de 2010, mientras se desarrollaba la competencia de natación “Cruce del Paraná”, parte de los competidores fueron absorbidos por el efecto causado en la corriente por barcazas que se encontraban ancladas en el río. Perdieron la vida Víctor Darío Sessa, Fernando Miguel Solé Mases; Eugenio Raúl Seró; Sebastián Enrique Ruzecki; Ricardo Nicolás Levequi; Manuel Jacinto Leiva, Mauro Patricio Bacigalupi y Luis Saide.

Poco antes de que empezara el debate, el abogado Rodrigo Bacigalupi, representante de la querella, consideró que lo importante es que “todo se desarrolle normalmente, sin demoras, y que se prosiga hasta su culminación con una sentencia justa”.

Aseguró estar convencido que de haberse tomado los recaudos para la prueba, nada de lo que pasó, hubiera ocurrido. “Por eso esperamos que en base a eso se determine las responsabilidades del organizador y quien debía brindar seguridad”.

El letrado explicó que la imputación es por homicidio culposo, con una pena máxima de cinco años de prisión.

“Creemos que una condena en este caso, por la magnitud del evento, debería cumplirse efectivamente, aunque sabemos que la pena de prisión no tiene mucho sentido cuando se trata de homicidio culposo, cuando no hubo intención de hacer, sino que hubo una serie de imprudencias o negligencias que llevaron al resultado. Pero también es cierto que no se puede aprender sino se empiezan a aplicar sanciones para conductas que infringen la ley”.

Por su parte, José Bacigalupi, padre de Mauro, una de las víctimas, afirmó que “gracias a Dios comenzó el juicio porque estábamos en la incertidumbre de que esto prescriba”.

Destacó que los familiares podrán por fin escuchar a los imputados, ya que afirmó, “jamás lo hicieron, nunca se acercaron a los familiares a explicar lo sucedido”.

Mientras que Patricio Mouesca defensor del imputado Alfonso, también se manifestó satisfecho por el inicio del juicio, ya que según expresó “esto es una cuestión que a nivel personal se le debe a los familiares de las victimas, y a nivel profesional es algo que la justicia debe revelar, estamos desde la sociedad cansados de la demora de los juicios y algunos juicios que no llegan a un final feliz en cuanto a que la administración de justicia revele si hubo o no culpables”.

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