Los investigadores afectados a ubicar a los ladrones que se llevaron 150 mil pesos y 20 mil dólares de la oficina administrativa del Posadas Plaza Shopping pudieron obtener poco y nada de los registros de las cámaras de seguridad de los alrededores del centro de compras y de las de los locales internos del edificio. Por eso ahora están abocados a analizar los registros de días previos al atraco, para ver si detectan alguna pista que los conduzca a los autores.
El hecho sucedió el lunes por la madrugada, cuando un grupo de criminales (tres o cuatro) redujo al sereno y encargado del estacionamiento y luego abrió una caja fuerte del segundo piso con un soplete.
Después del robo, la banda se fue en un vehículo VW Suran gris oscuro, que un joven dejó en el estacionamiento del shopping el domingo a las 19. Se cree que los ladrones estuvieron ocultos en ese coche.
Del rodado no se sabe nada. Tampoco de quien lo dejó, cuyas facciones ya fueron convertidas en un identikit por los expertos de la Policía provincial. El muchacho pagó para que el auto estuviera en la cochera toda la noche. Dijo que lo iba a retirar el lunes a las 9. Nunca regresó.
La banda se llevó los discos rígidos de la computadora que controla los videos de seguridad de la oficina donde está la caja fuerte vaciada. Solo dejaron allí un guante, sobre el que los peritos policiales están trabajando haber si levantan algún vestigio que sirva para obtener un ADN.
La principal hipótesis sigue siendo la de una banda mixta: con expertos foráneos y apoyo logístico local.
