Invocando el nombre de dos conocidos médicos, piden donaciones para una fundación que no existe

Leandro Esperanza es un conocido médico especialista en diagnóstico por imágenes. Trabaja con otro ecógrafo muy renombrado, su tío Carlos, en el Instituto Gema. En los últimos tres meses su buen nombre es utilizado por un grupo de estafadores que invocándolos piden donaciones para una fundación que no existe.
El profesional hizo la denuncia ante la Justicia y en los próximos días ampliará la acusación, porque también se enteró de que los inescrupulosos usan el nombre de una fundación que existe, pero que no tiene nada que ver con la maniobra.
“Hace tres meses comienzo a recibir información de que hay gente que pide dinero a nombre nuestro, argumentando que tenemos una fundación. Piden dinero porque supuestamente se quedaron sin subsidios. La historia comienza cuando me llama un tal doctor Blanco, para decirme que se habían quedado sin ayuda y necesitaban dinero para comprar pan para la merienda de los chicos que alimentaban”, le contó el propio Esperanza a Misiones Online.
“Le digo entonces que vengan a mi consultorio y me comprometo con donar 300 pesos. Aparecieron y entregué la plata. Incluso les dije que podía hacer gestiones para dar una mano. Hasta hablé con el dueño de una panadería de Posadas y pregunté cuánto salía la bolsa de harina, además de los insumos. A los dos días me llama una psicopedagoga conocida, Marta Espíndola, diciéndome que estaba a dos cuadras de mi fundación con el pan y la factura para la semana. Entonces me entero que estaban haciendo pedidos invocando mi nombre y una supuesta fundación a mi cargo”, detalló el facultativo.
A partir de allí empieza una seguidilla de llamados, algunos de colegas de los Esperanza, que informaba que la misma gente pedía dinero para la ONG fantasma.
“Un mes después me consulta la nutricionista Daniela Caferatta, sobre un pedido similar. Luego me llaman Esteban García y Alejandro Villafañe, del Ministerio del Agro, para contarme que había una persona, a la que incluso identificaron, que se había presentado ante ellos con el mismo argumento: pedir vales de combustible a fin de trasladar chicos desde el interior a la supuesta sede de la fundación, en Posadas, sobre la avenida Almirante Brown. Esta gente lo identifica como un hombre que ya había cometido hechos similares”, añadió Esperanza.
Los estafadores pidieron “donaciones” en La Cachuera, herrajes El Moro y al menos dos constructoras y distintas ART. Hasta el momento, no pudieron atraparlos.

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