Caso Angélica Ramírez, el juicio: «La mataron de un golpe en la nuca y no abusaron de ella»

Dos horas duró el testimonio más contundente que se escuchó hasta el momento en el juicio por el asesinato de Angélica Ramírez (14), ocurrido en septiembre de 2012 en Puerto Rico. Se trata de la declaración del licenciado en Criminalística de la Policía Marcelo Ramón Maslowski, quien realizó los peritajes en donde encontraron el cadáver y también en la casa del único sospechoso. Para el investigador, con 16 años de servicio en la fuerza de seguridad provincial, a la adolescente la mataron con un tronco de pino. El homicida le asestó un golpe en la nuca, sostuvo. Y aseguró: «No hubo abuso sexual».

El debate se realiza en el pequeño recinto del Tribunal Penal Uno de Posadas, sobre la calle La Rioja, entre Rivadavia y 3 de Febrero. Juzgan al único imputado, el panadero Francisco Bourscheid (52), los magistrados Martín Errecaborde, Ángel Dejesús Cardozo y Eduardo D’Orsaneo.

Maslowski, quien actualmente se desempeña como jefe de la División Criminalística de la Unidad Regional Dos «Oberá», brindó un relato pormenorizado de dos momentos claves de la investigación: el trabajo en el lugar donde fue encontrado el cuerpo de la jovencita y el allanamiento en la casa del único sospechoso. Se apoyó en un importante archivo fotográfico, donde se vieron imágenes del pozo donde falleció la chica y distintas tomas del cuerpo, tal y cual estaba cuando dieron con el cadáver. Fue uno de los momentos más duros para los allegados de la víctima, por cuanto tuvieron ante sus ojos el horror que padeció la adolescente.

«Cuando llegamos no había indicios, solo un cuerpo, sin más datos», gráfico el perito que remarcó que la avenida de tierra tiene un ancho de ocho metros, la calzada central tiene un suelo endurecido y a los costados hay arena y tierra suelta.

Describió que el cuerpo estaba en la banquina sur. «A unos cinco metros del cuerpo había huellas de rodamiento neumático con banda de rodamiento y sobre esta huella había restos de líquidos que fueron absorbidos por la tierra», precisó.

Indicó que en los alrededores del cuerpo se localizaron huellas que denotaban el arrastre de algo sobre el suelo: «Era una impronta de fricción y bajorrelieve sobre el suelo». A unos 80 centímetros de donde comienza el barrido, se hallaron dos huellas parciales de calzados distintos que estaban enfrentadas.

Donde se encontraron las huellas de los calzados, el perito encontró en el suelo «una gota de sangre con bordes festoneados que la marcamos como evidencia número siete». Explicó que este tipo de marcas de sangre se producen cuando caen de una altura de entre 50 centímetros a un metro. Además allí se detectó otra mancha de sangre que, según el perito, se produce cuando el cuerpo ya estaba apoyado en el suelo. Apuntó que luego se determinó que era sangre con saliva o líquido similar.

Precisó, por ejemplo, que la chica estaba de pie cuando le dieron un golpe que la dejó inconsciente y le produjo un sangrado leve. «Cuando cae es arrastrada de la cadera y el pelo o la nuca hasta el lugar donde la encuentran», afirmó. Y agregó que las pericias realizadas demostraron que quien la arrastró hizo unas paradas, donde ella dejo marcas de sangre.

Una vez que la dejan en la especie de pozo ubicado al costado de la avenida terrada donde encontraron a la jovencita boca abajo, «la golpean con fuerza con una rama en la nuca y luego le hacen presión en la cabeza» hasta que muere concluyó el investigador.

Para Maslowski, Angélica murió donde la encontraron e incluso aspiró tierra y arena, porque al desvanecerse había quedado boca abajo.Sostuvo que la víctima no fue violada. Explicó que él fue quien revisó el cuerpo y no vio que hayan forzado la ropa interior de la niña, que tanto el corpiño como la bombacha estaban bien colocados y no fueron forzadas, reconoció que la calza que tenía puesta presentaba una rotura en la parte de los glúteos, pero aclaró que las pruebas determinaron que se produjeron por arrastre.

El perito estimó que la chica fue ultimada alrededor de las 23 del 26 de septiembre de 2012. El cuerpo fue encontrado por vecinos recién al día siguiente. La Policía fue alertada cerca de las 6.30.

Maslowski fue concluyente al plantear que «las gotas de sangre marcan el lugar de agresión inicial». Indicó que el registro fotográfico que hizo con su gente demostró que hormigas coloradas habían atacado parte del cuerpo, a la altura del bajo abdomen.

En cuanto a cómo fue el allanamiento, el testigo explicó que fueron llamados por el Juez interviniente a realizar la requisa la casa de Francisco Bourscheid. Indicó que realizaron un trabajo pormenorizado revisando todo lo que podía ser relevante para la investigación: se incautaron dos pares de zapatillas y un pantalón jean que estaba en un balde con agua.

Las zapatillas fueron requisadas porque tenían máculas que podían ser de sangre. Una de ellas, en la parte de la suela derecha, además presentaba una base con marcas similares a las encontradas en el lugar del hecho.

Después las pericias científicas determinaron que una de esas manchas efectivamente eran de sangre y se confirmó que era de la víctima. Es la prueba más contundente en contra del único imputado.

El especialista explicó que si bien las huellas encontradas cerca del cuerpo de Angélica eran parciales coincidían con las de la zona del talón derecho de la zapatilla secuestrada en la casa del panadero. Sobre esto opinó a modo personal: «Lo tomamos como un logro profesional porque todo el trabajo de campo que hicimos tenía un resultado positivo, pero genera sentimientos encontrados por tratarse de un hecho tan doloroso».

 

Otros testimonios

La primera en declarar en la jornada de hoy fue Carmen Liliana Enríquez, vecina de Angélica. Ella dijo que conocía a la adolescente y siempre la veía con amigos. Además describió que era habitual que los vecinos con vehículos acercaran a conocidos de noche al barrio San Francisco, porque quedaba alejado y los colectivos urbanos tienen un servicio reducido.

Luego fue convocado como testigo el oficial Alberto Medina. Detalló elementos encontrados en el escenario del hallazgo (una avenida terrada de Puerto Rico). El momento más tenso fue cuando la defensa del único imputadole reprochó que no había asentado en el acta de constatación una rama incautada como prueba. Sin embargo, el uniformado indicó que tal elemento fue anotado en el acta de incautación. La rama es señalada por algunos detectives como el elemento con el que golpearon de manera letal a Angélica.

 

Medina aseguró que no vio hormigas en el sitio donde quedó el cuerpo de la chica.

El oficial recordó además que detectó rastros de una moto a unos 100 o 150 metros del lugar. Especuló que pudo haberse de alguien que se detuvo allí a mirar.

Después declaró el comisario Roberto Eulalio Báez, de la comisaría Segunda. Afirmó no recordar quién avisó al Comando Radioeléctrico de Puerto Rico.

Posteriormente ingreso a declarar el sacerdote católico de Puerto Rico Carlos Amado Chatelain, quien comentó las cosas que fue enterándose durante las diferentes marchas y actividades que participo con los familiares de Angélica como de Francisco Bourscheid. Negó que el se haya enterado durante una confesión de quién haya sido el homicida y dijo «para mí la Justicia determinará quien es el culpable».

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