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El local de la Bionda se convirtió en un aula taller para la quinta edición de Clínica 13 organizada por el ministerio de Desarrollo Social y Músicos Populares de Misiones (MPM). Está vez el invitado fue él bajista Eddie Walker, quien planteó que “él músico que llega y es exitoso es el que se cuida”. Planteo que la música es una buena forma de alejar a los chicos de las adicciones.
Eddie Walker, ex bajista de bandas míticas del heavy argentino como Horcas y Lethal, llega a Posadas para la quinta etapa del proyecto encarado por el Ministerio de Desarrollo Social y los Músicos Populares Misioneros. El próximo jueves 16, a las 10.30 Hs. brindará una conferencia de prensa abierta al público en la sede del MPM (E. Ríos casi Córdoba) y a las 15.30 brindará una clínica (también abierta y gratuita) en La Bionda (Av. Mitre casi Corrientes).
En la conferencia de prensa brindada en la sede del MPM, el músico se reconoció amante de la mandioca frita y la chipa guazú, confesó que le encanta cocinar. Opinó que el metal siempre permanece en el underground porque “hay muchas bandas y poco público”; en contraste con otros estilos musicales.
Reconoció que el metal argentino tiene excelente exponentes, sin embargo no tienen masividad, porque no hay productores que se arriesguen a promocionarlo, todas las bandas deben “salir a remarla a pulmón con sellos independiente”.
Valoró las clínicas, porque permiten que los músicos transmitan sus conocimientos y los pibes puedan aprender a amar los instrumentos. Indicó que un músico profesional debe dedicarle al instrumento entre dos y tres horas por día.
Planteó que en un recital de metal “entre el 70 y 80 por ciento de los asistentes son músicos, esto es algo difícil de ver en otros géneros musicales donde la relación publico bandas es mucho mayor”. Esta realidad hace que el género no sea atractivo para las productoras y por ello sigue siendo una escena under.
Explicó que “me encanta dar clases, me encanta enseñar, incluso en un recital cinco minutos antes de tocar, si un pibe se me acerca y me pregunta cómo es trato de explicarlo”. Consideró que la Clínica 13 le da la posibilidad de “transmitir lo que sé, es una pasión poder compartir lo que uno siente y ver que se enganchen con el instrumento y no con otras cosas”.
Sobre eso consideró que “es bueno que los pibes se enganchen con la música y no con otras cosas. La música amansa las fieras y si con ella podemos sacar a los pibes del delito y la droga”. Recordó que él hasta los 17 años no sabía nada de música, hasta que conoció a Iron Maiden y se enamoró del bajo, sin saber que era, rememoró que decía que quería aprender a “tocar la guitarra de cuatro cuerdas y todos se reían de mí que era un bajo, con eso te digo todo”.
Durante la clínica en la Bionda, el bajista remarcó que “para ser un músico profesional hay que ser constante y estudiar siempre”. Lo que diferencia al buen músico “es la disciplina, yo nunca dije que tengo que ponerme a hacer los ejercicios, lo hago porque tengo ganas, porque me divierto con lo que hago, me gusta agarrar el instrumento y ver cómo suena”.
“Hay que tener disciplina y una rutina de dedicarte todo el tiempo a eso” explicó que ahora se pueden preparar varios instrumentos para poder trabajar. Remarcó que el artista debe disciplinarse y entrenarse para poder marcar la diferencia en el escenario.
El cierre de la clínica fue a puro metal, con la participación de Jorge Koko Holabachuk en batería y Horacio Monllor en guitarra, con los cuales Eddie presento varias canciones para deleite de los presentes. Que como el bajista había dicho en la conferencia de prensa, en su mayor parte son integrantes de bandas del metal misionero.
