Cristóbal Gabriel “Gaby” Leal (38), el posadeño detenido en España por Interpol y luego extraditado a la Argentina, será investigado en principio por el juez de Instrucción Seis, Ricardo Balor. En las próximas horas, será indagado por el asesinato a puñaladas de Pablo Fraire, ocurrido en la capital provincial el 25 de noviembre de 2002 y por el que están condenados a prisión perpetua el hermanastro de Leal, Ramón “Poli” Castel y un amigo Gustavo “El porteño” Aranda Alvarenga.
Este martes, el juez de Instrucción Uno, Marcelo Cardozo, rechazó la inhibición que había planteado su colega Balor y le devolvió el expediente. Balor había argumentado que siendo fiscal le tocó intervenir. Sin embargo, Cardozo opinó la intervención del entonces fiscal fue por una subrogancia y en actos de mero trámite.
El primero en apartarse del caso había sido el juez de Instrucción Tres, Fernando Verón, quien formó parte del tribunal que condenó a Castel y a Alvarenga, por lo que ya había opinado sobre el caso. Después de tramitar la extradición del sospechoso del que se viene hablando desde hace más de diez años, se apartó. Entonces el expediente fue al juzgado de Balor. Y tras la inhibición de este, al de Cardozo.
Mucho se especuló sobre quién iba a tomar el caso, porque Cardozo y el también magistrado de Instrucción César Yaya tienen motivos para inhibirse: ambos trabajaban en un estudio que asesoraba a la madre de Pablo Fraire, Teresita Boldú, la principal impulsora para que el asesinato en ocasión de robo no quedara impune.
Por eso se pensaba que el expediente podía recaer en el juez de Instrucción Cuatro de Apóstoles, Miguel Faría, o en la magistrado penal de Alem, Selva Raquel Zuetta. Pero, por ahora, la investigación la seguirá Balor.
Leal todavía no designó defensor. Se cree que lo asistirá un abogado oficial.
Los indicios que los investigadores recabaron hasta ahora, y que se ventilaron en el juicio contra Castel y Aranda Alvarenga, ndican que Gaby citó a Fraire a Francia y Tomás Guido con la excusa de venderle una computadora. Le habría dicho que estaba juntando plata para irse a vivir a España. Pablo fue y se encontró con una emboscada. Se resistió, pero terminó muerto a puntazos. Fueron 31 cuchillazos, 19 por la espalda.
Los peritos que analizaron las prendas de vestir de Fraire encontraron manchas de sangre de Leal, de acuerdo con lo que determinó un cotejo de ADN hecho meses después.
