Al término del partido en el Clemente Argentino, en el cual Guaraní dejó buena parte de sus chances de lograr uno de los cinco ascensos, el numeroso público que acudió al estadio se retiró tranquilo, aunque se percibía la desilusión de los hinchas.
Sin embargo, un grupo muy reducido (no llegaban a 10) de hinchas que ocupaban la zona de la platea techada, fueron a pedirle explicaciones a Juan Nazer, vicepresidente a cargo de Guaraní.
Se trataba de hinchas de toda la vida, eran hombres de entre 50 y 60 años, que también insultaron a los jugadores, al DT, reclamando que «se trajeron los de afuera que no ponen h…, hay que poner a los de acá».
Esto mismo le fueron a trasladar a Nazer, si bien se pusieron un poco cargosos y más que dialogar querían descargar su bronca, en ningún momento pareció que la cosa iba a pasar a las manos. La policía seguía todo atenta, aunque sin intervenir (debería haber pedido a los hinchas que se retiraran).
Esto obligó a suspender las habituales «ruedas» de prensa que hacen los jugadores en la cancha, en la boca de acceso al vestuario. Ya que los hinchas estaba ahí, del otro lado del alambrado, dispuestos a insultar al que apareciera.
Al final, Bianco atendió a la prensa sobre la calle, a la salida del vestuario local, del otro lado de las vallas que separaban de ese grupito de hinchas.