Es misionera, madre y ama de casa; mirá como levanta 115 kilos acostada en un banco para ganar el título mundial

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Rosa Fiorano, de 41 años, se consagró campeona mundial de Powerlifting, en el certamen realizado en Puerto Iguazú la semana pasada. Esta misionera, madre de Adriana, y esposa de Walter, es también una dedicada deportista que pudo alcanzar sus sueños en la ciudad de las Cataratas.

El Powerlifting es una modalidad del levantamiento de pesas, donde se realiza solo una parte o secuencia del movimiento completo que se suele ver en el levantamiento de pesas tradicional. También se lo denomina levantamiento de potencia y Misiones obtuvo la sede para el Mundial, que se realizó por primera vez en la Argentina. Participaron deportistas de Francia, Canadá, Brasil, Hungría, Eslovenia, Rusia, Sudáfrica, Reino Unido, Polonia y República Checa, entre otros.

De las cinco modalidades que estaban en competencia (powerlifting sin equipo; con equipo; despegue, fuerza en banco sin equipo y banco con equipo), Rosa fue la única –entre varones y mujeres- que representó al país y a la Argentina en cuatro de ellas.

Sus títulos mundiales los obtuvo en la categoría banco plano (categoría master hasta 82,5 kilos) levantando 115 kilogramos. Obtuvo también el record mundial en su categoría. También obtuvo el 1er puesto en despegue y en powerlifting sin equipo, levantando 115 kilos en banco y 160,5 kilos en sentadilla. De esta forma, obtuvo también el récord mundial en sentadilla.

En total, Rosa cosechó 4 medallas de oro por primer puesto mundial; 4 diplomas por primer puesto mundial; 2 diplomas por record mundial y 3 trofeos por mejor coeficiente mundial (se establece una relación entre el peso levantado y el peso del participante).

Un par de días después de su logro, Rosa nos visitó en la redacción de Misiones Online, trayendo sus premios y diplomas (necesitaba una caja para llevar tantas distinciones). Orgullosa, junto a su marido, se acordó de agradecer a los que la apoyaron para participar y lograr ser la número uno.

“Quiero agradecer de corazón a Victor Valiente por el trabajo de fisioterapia y recuperación muscular que realizó durante todo el torneo mundial, y a todos los que me apoyaron, estoy muy contenta de haber podido responder a su confianza y apoyo con estos títulos”, dijo Rosa, deportista de elite, campeona mundial, pero sobre todo, misionera, ama de casa, esposa y mamá. Con sus logros, demostró que siempre hay un espacio para que los sueños se conviertan en realidad.

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