“Recomendaciones comerciales para generar la crisis»

Escribe Julio Vivero, concejal de Posadas.

Es increíble ver en los medios a dirigentes de cámaras empresariales y comerciales expresar preocupación y analizar la situación de sus negocios ante la caída de las ventas provocada principalmente por la reducción del poder adquisitivo de los trabajadores, producto de la inflación. Esta “situación de crisis es preocupante” dicen, ya que sería la principal causa de los despidos y reducciones de jornadas laborales, necesarias para compensar la reducción de sus ganancias por la caída de las ventas.
Un mensaje contradictorio, en primer lugar porque parte del problema de la inflación tiene que ver con ellos mismos. Son en muchos casos, responsables de un gran componente del precio al que se venden los productos que comercializan. Es decir que tienen la solución en sus manos, solo se trata de bajar los precios. En un país que tiene supuestamente una crisis económica y una fuerte caída de la demanda difícilmente pueda existir inflación, salvo que haya especulación por parte de los formadores de precios.
Para ser mas preciso, el precio de los bienes y servicios de una economía están íntimamente ligados a la oferta y demanda. Cuando la demanda supera a la oferta, los precios suben hasta corregir esta situación de desequilibrio. Al subir los precios la demanda cae, pues deja fuera de la posibilidad de comprar el producto a un sector de la sociedad cuyos ingresos no son suficientes para pagar el nuevo valor o bien debe priorizar otros bienes o servicios que son mas importantes y no pueden dejar de adquirirlos porque son de primera necesidad. Cuando la oferta es mayor a la demanda, que es lo que esta pasando ahora según el analisis de algunos comerciantes, los precios bajan hasta provocar una subida de la demanda que corrige la situación de desequilibrio. Es decir, difícilmente pueda existir inflación y a la vez una caída fuerte en las ventas.
Entonces, seguir aumentando los precios mientras se desmoronan las ventas muestra un elevado grado de irracionalidad. Como cuando aconsejaban a los ahorristas, ante la inminente crisis del sistema bancario, retirar sus fondos de los bancos, a esto se denomina “profecías autocumplidas”. Lo único que se logra es profundizar y apurar la crisis.
Por otro lado, alejandro Haene, el nuevo titular de la Coordinadora Mercantil de Posadas (Nueva Cámara de Comercio de Posadas Misiones) se refería a la situación actual diciendo: “hay mas preocupación que expectativas en el sector empresarial… Mas inflación y faltantes de productos es lo que se proyecta para adelante”. En el mismo sentido el Presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Posadas Nicolas Trevisan, manifestaba su preocupación por la restricción de las importaciones y la decisión del gobierno de no desprenderse de los dólares.
Si va haber inflación y faltantes de productos no hay nada de que preocuparse! La demanda es mayor que la oferta. Existe una posibilidad para las empresas de incrementar su producción o bien aumentar los precios para igualar oferta y demanda. Ahora bien, se olvidan los comerciantes, que la apertura indiscriminada de las importaciones y una mala política fiscal y macroeconómica provocaron en su momento la destrucción de la industria nacional y un déficit en la balanza comercial y en la balanza de pagos que derivó en la crisis del 2001. Donde las reservas del Banco Central no alcanzaron para cubrir los depósitos de los ahorristas y se quebró el sistema financiero nacional y por supuesto la pagamos todos.
En este sentido me parece acertada la política del gobierno nacional de proteger la industria nacional y alentarla a través de medidas restrictivas a las importaciones y desarrollando el mercado interno con programas como el “Ahora 12” que brindan beneficios a los comercios y financian al comprador hasta en 12 cuotas sin intereses, o los programas de créditos como el “PRO.CRE.AR o el “PRO.CRE.Auto” para la construcción y adquisición de la primera vivienda o el primer auto respectivamente. O políticas redistributivas como la Asignación Universal por Hijo, el programa Progresar o la política de readecuación salarios o de jubilaciones que viene llevando adelante el estado nacional. Todas estas medidas tienen un mismo fin, crear el mercado interno y las condiciones para que crezca y mejore la industria y el comercio nacional, brindando capacidad económica y de consumo a los sectores mas bajos en términos de ingresos de nuestra economía.
Que no se olviden los comerciantes que si no hay mercado, no hay comercio.
Respecto de la política monetaria y la decisión del Gobierno de no desprenderse de los dólares, es increíble lo que plantean los comerciantes: se muestran preocupados por las ventas, porque no hay plata en la calle y a la vez se preocupan porque el gobierno no quiere desprenderse de los dólares. Graaan contradicción!. Si el gobierno decide liberar dólares en la economía lo que pasaría es que las personas volcarían su excedente de dinero a la compra de dólares, provocando un retiro de los pesos del mercado. Como esos dólares irían al colchón, lo único que se lograría es que haya menos plata en la economía y por ende menos transacciones de compra-venta de bienes y servicios. Es decir pronunciamos la caída de ventas por falta de plata en la calle destinada al consumo. El ahorro es bueno para la economía cuando se ahorra en el sistema financiero, porque los bancos multiplican la base monetaria a través de la operaciones de créditos. Pero los dólares en el colchón no generan actividad económica.
Para completar el desastre nos dejan una lista de recomendaciones a los asalariados, que sin dudas ayudarían a acelerar el problema de los comerciantes y por ende de los empleados de toda la cadena de producción, comercio y servicio:
• “Minimizar los gastos suntuarios, y en especial evitar gastar en cuotas, salvo que sea sin intereses”: que sería lo mismo que decir «no nos compre».
• “privilegiar el ahorro en moneda extranjera”: nos dicen «no gaste su plata en nosotros los comerciantes, compre dólares y guárdelos»
• “Adquiera un terreno o departamento porque es una forma de proteger el capital”: que si bien tienen razón, a los sectores de servicios y el comercio en general esta medida le impacta directamente en sus ingresos.
El crecimiento económico se da a partir del desarrollo del mercado interno, si no hay mercado, no se consume, si no se consume no se necesitan comercios, si no hay comercio no hay empleados, si no hay empleados asalariados no hay plata para comprar en síntesis es un espiral. Si hay mercado, hay necesidad de producción, si hay necesidad de producción se invierte en la industria, si se invierte hay puestos de trabajo y si hay trabajadores hay salario para gastar, si hay plata en la calle hay comercio, si hay comercio hay empleados asalariados con capacidad para comprar, y así comenzamos de nuevo… También es necesario analizar el impacto de los empleados públicos en el comercio, si los empleados del Estado cobran su salario, hay mas compradores en la economía, si hay mas compradores hay mas demanda, si hay mas demanda hay mas comercio, si hay mas comercio se recaudan mas impuestos que permiten generar mejores servicios y pagar sueldos y así vamos de nuevo…
Los comerciantes si quieren crecer deberían fomentar el consumo, ser mas competitivos a la hora de seducir al consumidor, brindar servicios de calidad y cuidar a sus empleados que también son clientes o agentes económicos que demandan bienes y servicios. No pueden ser ellos siempre la variable de ajuste.
Para cerrar, la economia se basa en el crédito, (credititus, sustantivación del verbo credere: creer) que esta asociado a la CONFIANZA. Para que el mercado se normalice tiene que volver la confianza, para comprar con tranquilidad, para que haya un mercado confiable. Pero cuando existe un discurso negativo de quienes pretenden referenciarse como principales actores de la economía local y nacional, generando miedo y prediciendo futuras situaciones económicas que tendrían impacto negativo, eso es propiciar el caos, no solo económico, sino social. A menos que en realidad se esté buscando con estos mensajes reducir gastos, teniendo el el sueldo de sus empleados como un gasto, para recibir subsidios del Estado y maximizar ganancias que beneficien solo a un sector de la economía. No se contruye desde la mezquindad sino fomentando el mercado interno y creando condiciones de mejoramiento y crecimiento para que el impacto sea positivo para todos los sectores económicos y sociales.

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