El día que un misionero se hizo «dueño» absoluto del Superclásico

A lo largo de la historia, varios misioneros disputaron el Superclásico jugando para Ríver o Boca. Pero nunca antes o después, uno tuvo tanto protagonismo como en el 2002, cuando el posadeño Ricardo Rojas, marcador de punta, hizo un jugadón que definió el partido en la Bombonera. Aquel partido se lo recuerda como «el de la ´vaselina´ de Rojas».

De la misma forma que otros Súper se recuerdan como el del «nucazo de (Hugo Romero) Guerra» o el del «caño» de Riquelme a Yepes.

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