El plantel de Crucero del Norte volvió a entrenar esta mañana en Santa Inés con una consigna que fue la constante desde tras el triunfo del miércoles a Sportivo Belgrano, ahorrar al máximo las energías para el choque de mañana a las 15 ante Atlético Tucumán por la primera rueda de las revanchas (12va fecha) de la B Nacional.
El DT colectivero llega a este cotejo buscando recuperar el buen nivel futbolístico que el equipo no pudo desplegar en su totalidad en los últimos tres partidos (Sarmiento de Junín, empate 0 a 0; Patronato de Paraná, victoria 1 a 0; y Sportivo Belgrano, victoria 1 a 0). Por otra parte, el técnico sabe que los jugadores están sintiendo el cansancio de la intensa seguidilla de partidos, y esto se traduce en imprecisiones a la hora de pasar la pelota o terminar las jugadas, como se vio en el cotejo ante los cordobeses de Carlos Ramaciotti.
Si bien la seguidilla de partidos es intensa para todos, no menos cierto es que Crucero basa su fortaleza de local en ocupar todo el ancho de su cancha de grandes dimensiones, la que además tiene un césped «pesado», largo, que provoca el comentario de todos los técnicos visitantes respecto de que el Andrés Guacurarí tiene un suelo único en su tipo. Esto, que es sin dudas una pata más de la estrategia futbolística de Crucero, con el intenso trajín de partidos puede ser también un arma de doble filo.
En el último partido ante Sportivo Belgrano jugadores como Diego Torres, Ariel Cólzera o Nicolás Martínez, de gran despliegue, cometieron más imprecisiones de lo que es habitual en ellos.
En el caso puntual de Diego Torres, uno de los puntos altos de este Colectivero que marcha puntero, es patente el cansancio que siente en los segundos tiempos, después de trajinar por la banda derecha. Torres realiza un gran despliegue físico y en los últimos partidos, ya en los segundos tiempos se lo nota muy cansado.
Ese agotamiento lo lleva a cambiar su juego. Así pasa de encarar y buscar el mano a mano permanentemente, atacando al rival en el uno contra uno, mostrándole la pelota o «apuntándole» con la pelota a las piernas del defensor; a tocar para atrás y buscar asegurar el balón en los segundos tiempos. Es decir, pasa de ser un jugador desequilibrante, que «rompe» líneas, a un pasador de pelotas de mitad de cancha, función que cumple bien porque Torres tiene gran técnica, sin dudas. Pero que no es la función que más le sirve al equipo.
Sin dudas, esta será la clave de Crucero del Norte para esta segunda ronda, dosificar las fuerzas y seguir apostando al recambio para que el funcionamiento colectivo no se resienta o lo haga lo menos posible. Schurrer a llegado a realizar seis modificaciones de un partido a otro, aún viniendo de un triunfo y un buen nivel futbolístico. Y le ha salido muy bien.
El trabajo de ayer
Ayer a la mañana, el plantel realizó trabajos de fuerza y posterior trote liviano por las cancha 1 y 2 del predio en Santa Inés y trabajos con y sin pelota a cargo del profe Jara para los que jugaron el miércoles, y trabajos tácticos para el resto del grupo.
El once para el domingo
El probable once para el domingo podría contemplar algún cambio en defensa (¿Rosso por Tomassini?), algún cambio en el medio (¿Lamas o Nievas Escobar por Dardo Romero?) o bien la entrada de Gabriel Chironi por Diego Torres. De todas formas es una gran incógnita, Schurrer seguramente meterá mano respecto al equipo que venció a Sportivo Belgrano, pero como siempre, no dará pistas hasta último momento.
