El INYM impulsa el sello de Indicación Geográfica

El Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM) impulsa la obtención del sello de Indicación Geográfica para el producto. Ello, mediante un trabajo que vienen desarrollando el INYM y el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. “La idea es poder diferenciar y distinguir la Yerba Mate Argentina”, dijo la ingeniera agrónomo Natalia Gil, consultora del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

 

“Es una medida muy importante porque permite darle protección legal al nombre y permite diferenciarlo, por su cualidad y características (historia, factores naturales y factor humano), de las producciones de Brasil y Paraguay”, agregó la profesional.

 

Las Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen son reconocimientos otorgados por el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.   Constituyen herramientas que permiten diferenciar y hacer distinguible la calidad de un producto vinculada con su origen geográfico. En la Argentina, mediante la ley Nº 25.380 y su modificatoria Nº 25.966 se creó el régimen legal para la protección y promoción de productos agrícolas y alimentarios que presentan características o cualidades diferenciales en razón de su origen geográfico, se informa en la web del organismo nacional.

 

El trabajo para obtener este reconocimiento para la yerba mate se inició a mediados del año pasado y se prevé culminar la primera etapa antes de diciembre. “En ocubre comenzamos a trabajar con el vínculo historico de la Yerba Mate Argentina, con la delimitación geografica y con entrevistas a profesionales del área. Ahora continuamos con delimitación geográfica y paneles de evaluación sensorial para diferenciar el producto argentino con el  de Paraguay y Brasil, y la idea es llegar a fin de año presentando el formulario de registro en la Oficina de Indicación Geográfica y de Denominación en Origen del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación”, detalló Natalia Gil. “Son distintas etapas que se tienen que ir cumpliendo: primero un diagnóstico para ver el potencial o no de la Indicación Geográfica para un producto agrícola alimentario; después se  presenta el fomulario de registro, se evalúa con los técnicos de la oficina del Ministerio de Agricultura, se hace una auditoría y, en el caso de que cumpla con los requisitos, se le otorga el sello”, profundizó.

 

El formulario de registro -continuó Natalia Gil- “contiene los vínculos de la parte histórica, la delimitación geográfica y las prácticas en campo y de elaboración que hacen a las características que dan singularidad a la yerba que se produce en la Argentina”.

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