Despenalización: El padre Barros calificó de irresponsable y peligrosa la idea del titular del SEDRONAR

El sacerdote que trabaja desde hace años en Posadas con la asistencia de personas en estado de vulnerabilidad, criticó las declaraciones del titular del SEDRONAR, el también religioso Juan Carlos Molina, de despenalizar el consumo de todas las drogas, y de enviar un proyecto de ley al congreso en ese sentido.

 

Alberto Barros – Radio Libertad

“Cuando escuchaba a Molina me sorprendió bastante sus afirmación. Me parece una política sumamente irresponsable y peligrosa. Entiendo que hacer ese comentario no fue gratuito, que detrás hay un proyecto, una política, y de alguna manera abrir puertas e instalar la idea de que no es tan complicado, ni peligroso consumir, que es una opción que está en boga en muchos lugares, lleva a que nuestros chicos digan que no pasa nada por fumar un porro, y que está todo bien” afirmó Alberto Barros.

 

Para el sacerdote la idea es quitarle seriedad al problema, y eso lo lleva a pensar que detrás hay intereses económicos. Que se intenta instalar a la droga como algo normal en el país, mientras se beneficia a toda una cadena de comercialización y lavado. “La verdad que no se entiende bien, me pareció muy peligrosa la expresión del titular del Sedronar”.

 

Sin embargo Alberto Barros dejó en claro que está de acuerdo en no criminalizar al adicto, porque se trata de una persona enferma, que necesita ayuda. “Pero de no criminalizar a decir que hay que despenalizar todo, hay un paso gigantesco y se está hablando de cosas muy distintas”.

 

Se quejó de que mientras muchísima gente está tratando de mil maneras de sacar a los chicos de la droga, desde la cabeza misma del SEDRONAR se digan estas cosas, “es realmente increíble”.

 

Sobre el argumento de que lo que se pretende es detectar a las personas con problemas de adicción, para enviarlos luego a centros de rehabilitación. Consideró que “es un planteo idealista porque en Argentina no tenemos centros suficientes para contener a todos los adictos que cada vez son más. Por ejemplo en la provincia tenemos solo 16 camas en el único centro público (Manantial), para una provincia de más de  un millón de habitantes, y así en muchos lugares del país. Además no se puede obligar a una persona adicta a rehabilitarse, no se lo puede llevar de las narices, debe ser voluntario, porque sino no tiene resultado”.

 

Barros definió a la droga como “destrucción, lisa y llanamente”. Y agregó que todo tipo de sustancias en mayor o menor medida, siempre destruye.

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