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Puntual, como en todas las jornadas anteriores empezó esta mañana en el Palacio de Justicia la sexta audiencia del juicio por la muerte de Iván Andrés Mercol (22), ocurrida tras una pelea en el boliche Power el 19 de marzo de 2006. El relato más contundente de los que se escucharon fue el de un joven llamado José Bordón, quien aseguró que Diego Cantallops, uno de los imputados, dejó inconsciente a la víctima arrojarle en la nuca una botella de vidrio desde apenas unos centímetros de distancia. Aclaró hasta que se trataba de espumante «Oxígeno».
Es la primera vez que un testigo asegura haber visto el enfrentamiento que terminó en desgracia. El muchacho detalló que vio todo cuando salía de la disco de la avenida Corrientes. Detalló que lo primero que presenció fue Sebastián Ruiz (el otro acusado) estaba peleando con Mercol. Aclaró que conocía a ambos y no a Cantallops.
Según Bordón, en determinado momento aparece Cantallops y le lanza el botellazo en la nuca a Iván. Hasta entonces, añadió, Ruiz le había aplicado dos puñetazos en el rostro a su contrincante y éste no le había alcanzado a responder ningún golpe.
Tras el impacto de la botella de vidrio en la nuca, siempre según el comerciante, Iván perdió la conciencia. Agregó que tras la pelea a Ruiz lo sacaron por otro sector del boliche.
“Estaba oscuro. Yo venía de arriba, bajé a la parte central e iba hacia la puerta y vi la pelea. Iván nunca le pegó a Ruiz. Ruiz le pegó dos golpes, que hicieron que cayera una y otra vez. En la segunda vez que Iván se levanta, le dan el botellazo. A Mercol lo agarra uno de seguridad, lo levanta. Lo toma de debajo de las axilas”, detalló con seguridad.
Según Bordón, “a Iván lo sacan a la luz y lo dejan sentado contra la pared. Le hablaban y le hablaban para que reaccionara. Pero no respondía”.
Bordón fue el sexto testigo en comparecer. En primer lugar había sido convocada Andrea Encima, una comerciante correntina que durante la instrucción había declarado haber visto el enfrentamiento que derivó en el deceso del muchacho.
Le leyeron lo que había declarado en la etapa instructoria. En aquel entonces dijo que en el interior de la disco había visto a Iván y que a la hora de salir pudo divisar una pelea “a lo lejos”, pero no alcanzó a retener con claridad la escena, porque había mucha oscuridad en el sector.
Luego añadió que vio a una mujer de seguridad con remera turquesa sacando del lugar “a un tal Diego”.
Encina contó en la instrucción que también presenció cuando otro custodio con camisa gris retenía “a Sebastián”, quien se encontraba con una remera amarilla en la mano, supuestamente con manchas de sangre.
Ante el juez César Jiménez, la fiscal Yolanda Mazal y los defensores de los imputados ratificó que eso era lo que había presenciado. Ese fue su aporte.
Después se presentó ante las partes el contador Miguel Malnati, quien esa noche había ido a Power con Mercol. No dio detalles significativos y admitió que en el interior del local saludó a Ruiz, a quien conocía porque habían ido al mismo colegio.
Posteriormente fue el turno de Alejandro Martín Yegros Tejada, otro amigo de Iván. Su relato no fue más jugoso que el de Malnati.
A continuación llamaron a Ramiro Rubén Franco Monges, alias “Ronnie”, otro empleado de seguridad de Power en ese momento. Lo que dijo es que fue el primero en asistir a Mercol. Sostuvo que lo encontró en mal estado, «tambaleando» en un pasillo. Agregó que lo sujetó y lo dejó al cuidado de «Fredy», un compañero suyo.
Aseguró que no vio sangrar a la víctima ni que alguien de la boletería del boliche haya asistido a Mercol con un botiquín.
El defensor de Ruiz, Hugo Zapana, solicitó que se lo investigara por falso testimonio. Pero la solicitud no fue acompañada por la fiscal. Y el juez Jiménez no hizo lugar al planteo.
Otro de los que declaró fue el licenciado en Criminalística Martín Duarte, quien ahora trabaja en la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas, pero antes lo hacía en la Policía. Leyó el informe que en su momento hizo cuando lo convocaron para el caso.
