Crimen de las 17 puñaladas: los dos detenidos fueron llevados ante el juez Verón

Los dos detenidos por el crimen del joven Alejandro Acosta (22), ultimado de 17 cuchillazos el viernes por la mañana, fueron llevados este lunes ante el juez de Instrucción Tres, Fernando Verón. Uno se abstuvo de declarar y el restante se declaró inocente. La situación de ambos es comprometida, porque hay testigos que los ubican en el escenario del hecho. Uno es apuntado como el autor material del homicidio y el otro como quien facilitó el arma con la que se cometió el asesinato.
Guillermo “Guillee” Barboza (23) es apuntado como el asesino de Acosta. Ambos no eran amigos, apenas conocidos, pero tenían allegados comunes, entre ellos el muchacho que presenció el bestial ataque que le costó la vida al muchacho.
El presunto homicida fue convocado para la indagatoria. Llegó al edificio donde funcionan los juzgados penales (sobre la calle Santa Fe) cerca del mediodía. Primero le informaron el delito que se le imputa (homicidio simple, que prevé penas de entre 8 y 25 años) y luego de enumeraron las pruebas que hasta el momento hay en su contra. Después le preguntaron si iba a declarar y dijo que no.
El muchacho trabajaba en una verdulería de la avenida Tambor de Tacuarí, entre Corrientes y Lavalle. Tiene domicilio cerca de allí: alquila en el barrio Tajamar, sobre la calle Ceballos.
De acuerdo con lo que determinaron los investigadores, Barboza, Acosta y un amigo común de ambos, de apellido Alonso, entre la noche del jueves y la madrugada del viernes estuvieron bebiendo juntos en dos pubs, ambos de la calle San Lorenzo. Después de gastar unos 800 pesos en tragos, el trío se encaminó hacia la avenida Corrientes. Presuntamente iban hacia la casa de Barboza, pero en el camino se desató una discusión. El alcohol, creen, exacerbó los ánimos. Un comentario de Barboza sobre la hermana de Acosta habría desatado el entredicho. Los detectives creen que Alonso y Acosta terminaron golpeando a “Guillee”, quien fuera de sí se alejó de ambos.
De acuerdo con los investigadores, Barboza fue hasta la casa de un compañero de trabajo, Ramón De Olivera (30), quien reside sobre la calle Marcelo T. de Alvear, y le pidió un cuchillo. El hombre, después de preguntarle para qué era, le dio un puñal. Fue el inicio de la tragedia.
Barboza interceptó poco después a Acosta y a Alonso. “Con vos no es la cosa”, le habría aclarado al segundo. Y arremetió contra Alejandro, quien recibió 17 cuchillazos letales en el tórax. Murió allí mismo, casi en la esquina de continuación La Rioja y Corrientes.
De Olivera, que también está preso, también fue llevado a declarar. A diferencia de su amigo, habló. Se declaró inocente y negó todo: que cedió el puñal a su compañero de la verdulería y que intervino en el ataque para que el autor atacara sin problemas a su víctima.
De acuerdo con lo que pudieron reconstruir los detectives, De Olivera también presenció la agresión y evitó que Alonso actuara para defender a su amigo Acosta.
El puñal homicida apareció tirado en el patio de este hombre.
Después de la indagatoria, el juez Verón decidió que ambos continuaran detenidos. Permanecerán en esa condición hasta que el magistrado defina la situación procesal de ambos.
Entre el miércoles y el jueves declararán los dos testigos presenciales del hecho: Alonso y un empleado del Superior Tribunal de Justicia que pasaba por allí y vio el ataque. Este trabajador judicial detuvo su marcha en un primer momento y luego se alejó, porque temió que el joven que llevaba el cuchillo lo asaltara, confiaron fuentes judiciales.

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