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Un joven de 22 años fue asesinado de 16 puñaladas esta mañana en el cruce de la avenida Corrientes y la calle La Rioja, a pocas cuadras del microcentro posadeño. La víctima se llamaba Alejandro Acosta y residía en la chacra 251. Un conocido suyo, con quien había compartido una larga noche de tragos, fue detenido como el autor del homicidio. También fue arrestado otro sospechoso, sindicado como quien facilitó el arma homicida.
Los investigadores de la Policía provincial secuestraron un puñal con rastros de sangre, que habría sido utilizado en el brutal ataque.
Los dos sospechosos cayeron en allanamientos efectuados en la cercana chacra 41, barrio Tajamar. Estaban en diferentes domicilios: uno sobre la calle Ceballos y otro sobre la Marcelo T. de Alvear.
En la vivienda de Ceballos lo atraparon a Guillermo «Guille» Barboza (23), sindicado como el homicida. Le secuestraron ropa manchada con sangre. Su situación es más que comprometida, porque dos testigos lo vieron apuñalar a Acosta: otro compañero de tragos y un transeúnte que circunstancialmente pasaba por el lugar. Ese último testigo salió a correr cuando vio que estaban hincando a la víctima. Se desesperó para pedir ayuda y luego lamentó ante los investigadores que cuando regresó el joven agredido ya estaba muerto.
En la otra casa requisada, situada sobre Marcelo T. de Alvear, incautaron el puñal. El dueño de la residencia, Ramón de Olivera (30), también fue arrestado.
Acosta, Barboza y otro joven de 18 años se conocían desde hacía tiempo. Entre la noche del jueves y la madrugada de este viernes decidieron salir a disfrutar la noche casi veraniega compartiendo bebidas de todo tipo. Empezaron el raid en un pub ubicado en San Lorenzo entre Santa Fe y Sarmiento. Y luego fueron a otro, situado sobre San Lorenzo casi La Rioja.
Ya bastante pasados de copas, después de las 6, los tres empezaron a caminar hacia la avenida Corrientes. Se cree que pretendían seguir de fiesta en lo de Barboza, que reside en el cercano barrio Tajamar. Sin embargo, a la altura de continuación La Rioja, se desató una discusión. Al parecer, Barboza quería tener una relación sentimental con la hermana de Acosta y se lo manifestó, cosa que al primero no le agradó en absoluto. Con abundante alcohol encima, lo que arrancó como un entredicho cruzó los límites al poco tiempo. Acosta y el joven de 18 años le habrían propinado unos puñetazos a «Guille», quien fuera de sí se alejó de ambos y corrió hasta la casa de De Olivera, a quien le pidió un cuchillo.
Las fuentes indicaron de De Olivera le pasó un puñal y Barboza fue al encuentro de sus hasta hace poco socios de juerga. No tardó mucho tiempo en volver a tener cara a cara a Acosta. Pero esta vez la violencia llegó a un nivel demencial: Guille le asestó 16 cuchillazos a Acosta, quien cayó al suelo y murió en la vereda. No tuvo la mínima chance de defenderse ni de sobrevivir a semejante ataque. Sufrió el grueso de las heridas (algunas profundas y otras superficiales) en el tórax.
El joven de 18 años que había pasado la noche con la víctima y el victimario vio todo y no pudo hacer nada por su amigo. Cuando llegó la Policía estaba llorando al lado del cadáver, tirado en el suelo. Él aportó el nombre del autor. Después se sumó el testimonio de un transeúnte que pasaba por el lugar y también vio el ataque. «Es el muchacho que trabaja en la verdulería», apuntó esta persona.
Con esos datos, la Dirección de Delitos Complejos de la Policía armó el rompecabezas, y con las directivas del juez de Instrucción Tres, Fernando Verón, tardó muy poco tiempo en capturar al supuesto autor y a quien le facilitó el arma.
Los detectives de la División Homicidios, con el apoyo del personal de la comisaría Segunda, detuvieron a Barboza y a su amigo De Olivera. Ambos se encuentran a disposición de la Justicia.
A media mañana, la familia de Acosta fue informada del triste final de Alejandro. Fue un golpe muy grande, porque hace poco más de un mes había fallecido el padre del muchacho.
