A pesar de los ataques aéreos, los yihadistas avanzan en el norte de Siria

Las milicias del grupo Estado Islámico (EI) estrecharon el cerco a la ciudad siria de Kobani, cerca de la frontera con Turquía, repelieron a combatientes kurdos y continuaron su avance pese a una campaña de bombardeos encabezada por Estados Unidos y los países árabes.

Yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) estrecharon hoy el cerco a la norteña ciudad siria de Kobani, cerca de la frontera con Turquía, repeliendo a combatientes kurdos y continuando su avance pese a una campaña de bombardeos contra sus posiciones en Siria encabezada por Estados Unidos y países árabes.

El Mando Central de Estados Unidos informó hoy que aviones norteamericanos lanzaron anoche y esta madrugada 10 nuevos ataques contra instalaciones petrolíferas del EI en el este de Siria y contra posiciones del grupo en la vecina Irak, donde también controla territorios.

El EI lanzó un asalto sobre la ciudad kurda-siria de Kobani hace más de una semana, sitiándola desde tres puntos y provocando la huida de unas 140.000 personas de esa ciudad y de localidades circundantes, que debieron cruzar hacia Turquía para conservar su vida y los pocos bienes que lograron llevar consigo.

Desde entonces, las autoridades turcas han tenido que lidiar no sólo con una gigantesca crisis humanitaria sino también con una creciente presión de civiles kurdos que quieren cruzar a Siria para ir a defender a Kobani, ubicada en el norte sirio.

Estados Unidos y varios países árabes de Medio Oriente iniciaron esta semana una campaña de ataques aéreos contra el EI en otras partes de Siria, pero jefes militares kurdos han dicho que esto empeoró la situación, porque empujó a los insurgentes sunnitas hacia la frontera con Turquía.

Hoy, combatientes del EI tomaron el control del pueblo de Ali Shar, unos 10 kilómetros al este de Kobani, informaron autoridades de la ciudad, que alertaron sobre la creciente amenaza pero prometieron una férrea resistencia.

El vicecanciller del gobierno local autónomo kurdo de Kobani, Idris Nuaman, explicó por teléfono a la agencia de noticias EFE que los yihadistas intentaban avanzar hacia Kobani por el este, donde se enfrentan a las Unidades de Protección del Pueblo Kurdo.

«Por el lado oriental, están a entre 10 y 15 kilómetros de Kobani», indicó Nuaman, quien resaltó que ayer y el miércoles los enfrentamientos tuvieron lugar al sur de la ciudad.

El primer ministro del cantón kurdo dijo que la ciudad ha reforzado sus defensas y resistirá los embates del EI.

«Kobani no caerá. El pánico de los primeros días ha acabado. Se han creado fuertes líneas de defensa alrededor de la ciudad, y la resistencia se ha hecho mucho más fuerte», aseguró el primer ministro de ese cantón kurdo, Enver Muslim, citado por EFE.

Kobani se sitúa en la ruta que conecta el norte y el noroeste de Siria, y su control por parte de los kurdos ha evitado que el EI consolide las conquistas que ha hecho en la zona.

El grupo trató de tomar la ciudad en julio, pero fue rechazado por fuerzas locales apoyadas por combatientes kurdos llegados del sudeste de Turquía, la zona del país de mayoría kurda.

Turquía se ha mostrado reacia a responder a los llamados para sumarse a la coalición contra el EI, en parte preocupada por los vínculos entre los kurdos sirios y el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que ha peleado una guerra de 30 años con el Estado turco por mayores derechos para los kurdos.

El PKK ha acusado a Turquía de tener lazos con el EI y ha llamado a los kurdos turcos a sumarse a la lucha.

Turquía niega haber apoyado al EI, pero países occidentales han dicho que su decisión de dejar abierta las fronteras durante los más de tres años de guerra en Siria ha permitido al EI y a otros grupos islamistas infiltrarse en suelo sirio y ganar poder.

El EI y otras facciones insurgentes luchan en Siria para derrocar al gobierno sirio del presidente Bashar Al Assad, que enfrenta una revuelta desde 2011.

Como derivación de esta guerra original y en línea con su plan de crear un califato, el EI lucha ahora contra los kurdos en las zonas que estos controlan en el norte de Siria y también contra otros grupos islamistas que buscan derrocar a Al Assad.

El grupo controla extensos territorios en el norte y este de Siria y en el norte y oeste de la vecina Irak.

Alarmados por el avance del EI, Estados Unidos comenzó a bombardear sus posiciones en Irak el mes pasado, y esta semana extendió sus ataques aéreos contra el grupo a Siria, junto con Arabia Saudia, Jordania, Emiratos Arabes Unidos y Bahréin y con apoyo logístico de Qatar.

En su comunicado, el Mando Central estadounidense dijo que los bombardeos de anoche y hoy en Siria destruyeron cuatro tanques petroleros y dañaron otro en la provincia oriental de Deir Ezzor.

Los últimos ataques norteamericanos y de sus aliados árabes en Siria se han concentrado en las refinerías tomadas por el EI, que según Washington obtiene 2 millones de dólares por día extrayendo petróleo de pozos, refinándolo y vendiéndolo en el mercado negro.

El Pentágono dijo ayer que la mayoría de las refinerías en poder del EI en Siria habían sido «inutilizadas» por los bombardeos.

El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos, que tiene sede en Londres y documenta la guerra en Siria a través de una red de informantes sobre el terreno, dijo hoy que más de 200 combatientes se unieron al EI en la norteña ciudad siria de Alepo desde que Washington anunció el inicio de los ataques, el 10 de septiembre.

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