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El empresario Roberto Enríquez anunció anoche su salida como gerenciador de Guaraní A. Franco al finalizar el actual torneo del Nacional B, en diciembre próximo. Adujo motivos personales, pero se lo notó dolido con las críticas: «Acá nadie te reconoce nada», señaló.
Guaraní A. Franco tendrá menos de tres meses para buscar un nuevo gerenciador o resolver cómo administrar un club que, por ahora, genera pérdidas debido al alto presupuesto de disputar el Nacional B, que insume más de $1,5 millón mensuales solamente en sueldos del plantel profesional y gastos de viajes.
En una conferencia de prensa a la que convocó en la sede de su empresa de construcción, el empresario explicó que el fin de semana comunicó a la Comisión Directiva del club de «proceder a disparar los mecanismos de terminación del contrato de gerenciamiento».
A la hora de explicar las razones, dijo: «hace rato que lo venía planteando, fueron seis años bastante duros, agarramos un club con muchos problemas en todos los sectores, con un plantel compitiendo en el Argentino B y le pusimos mucha energía, con un gran apoyo de la Comisión Directiva, el esfuerzo no fue en vano, tuvimos dos ascensos, estamos compitiendo con equipos de primera división de igual a igual todavía con chances de lograr un ascenso, así que estamos muy contentos y orgullosos del trabajo que se hizo».
El contrato que une a la gerenciadora y Guaraní preve que una de las partes puede disolver el vínculo a partir del 5to año, y Enríquez ya está cumpliendo su sexto año al frente de la entidad de Villa Sarita con lo cual no tendría inconvenientes en dar un paso al costado.
Más allá de los «motivos personales» que adujo Enríquez, durante la media hora que duró la conferencia de prensa a la que convocó en sus oficinas, se lo notó dolido por la falta de reconocimiento a la tarea que viene desempeñando. «Acá nadie te reconoce nada», dijo.
Además, el empresario dijo que todo el tiempo que estuvo en el club la gerenciadora «perdió dinero, no ganó». De todas formas, dijo también que las pérdidas por jugar en la B Nacional son menores a las del Argentino B, donde el presupuesto del plantel es menor, pero los ingresos, también son menores.
Enríquez también desmintió que su salida del club tuviera que ver con las críticas que recibió de un importante grupo de socios e hinchas por una idea que planteó públicamente en los últimos días referida a construir un nuevo estadio en otra ubicación.
«Yo hice pública esa idea por la televisión, dije que un club que viene creciendo como Guaraní requiere de mayor infraestructura, que Guaraní a través de sus socios debe ir evaluando de cara al futuro lejano, ojalá que se dé, pensar en nueva infraestructura para la Primera División», dijo el empresario, que también se mostró dolido por este tipo de cuestionamientos que incluyeron banderas de repudio a la idea en el partido ante Ferro el miércoles pasado.
De todas formas, el gerenciador dejó en claro que en un eventual ascenso a Primera División el Clemente Argentino Fernández de Oliveira no está en condiciones de ser habilitado por la AFA para disputar un certamen de ese nivel.
La vuelta a los primeros planos
Roberto Enríquez fue el hombre que devolvió a Guaraní a los primeros planos del fútbol nacional, tomó el gerenciamiento del club en 2008 cuando la entidad de Villa Sarita se encontraba disputando el Argentino B.
Respecto a si el alejamiento por problemas de salud del titular de Guaraní, Cesar de Camilli, tuvo que ver con la decisión, Enriquez dijo que no, pero contó que»Cesar me contenía bastante en este tema, que venía charlando hace rato con él».
El rol de la gerenciadora de Guaraní es fundamental para manejar los recursos del club y, en especial, para conseguir dinero, sobre todo de sponsors y a través de una fuerte campaña para obtener nuevos socios que no habría dado los resultados que Enriquez esperaba. «Hoy tenemos 4.000, antes eran solo 1.600 socios, pero se necesitan 10.000 socios para mantener un club», dijo.
Consultado sobre si Guaraní puede mantenerse solo sin la gerenciadora, dijo «no lo se».
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