“Pido encarecidamente que me dejen volver a mi casa”, dijo Carlos «Nano» Knack

El único sobreviviente de la familia que fue asaltada, torturada e incendiada en Panambí el 25 de mayo pasado, suplicó a la Justicia que le permitan regresar a su casa, para poder continuar con su vida y reactivar el aserradero con el que subsistían. Criticó duramente a los abogados que intentan que se declare nulo el testimonio de su hermano Cristian.

Carlos Knack  (Radio Libertad)

En diálogo con Radio Libertad, y mientras intentaba arreglar algunos elementos del aserradero que tenia su familia, Nano resaltó que su principal preocupación ahora es que todavía la Justicia no le liberó la casa. “Estoy en la calle, viviendo en casa de gente ajena, y se está demorando mucho esto. Yo ya no voy más al juzgado a pedir, porque cada semana me vienen verseando, pero no me dan ninguna solución. De una vez por todas tendrían que dejarse de joder con la casa porque quiero seguir trabajando. Necesito vivir acá en el trabajo, no puedo estar corriendo de un lado a otro”, señaló.

Al sufrimiento que le provocó el terrible asesinato de sus padres y hermanos, Carlos suma su malestar por estar viviendo en un lugar que no le pertenece. “Estoy en la casa de mi suegra, que no es lo mío y me da bronca eso, porque no puedo ser dueño de nuestras cosas”.

La casa permanece cerrada desde los días posteriores a la masacre, y según Nano, no la utilizaron más para hacer pericias, “esta cerrada perdiendo tiempo”.

En cuanto al aserradero que se encuentra contiguo a la casa donde ocurrió la masacre, aseguró que por ahora solo hizo funcionar la máquina machimbradora, y que aguarda poder empezar de nuevo con el trabajo, algo que se le dificulta porque los atacantes se llevaron el capital que tenían para el funcionamiento del lugar.

“Me duele todo lo que nos destruyeron. Y en el juzgado no me dan ninguna explicación, como si yo fuera el delincuente. Ellos en vez de apoyarte, apurarse un poco, están jodiendo y no te dan ninguna solución” se quejó.

Con respecto a la liberación del militar Rubén Orlando Bueno, uno de los investigados por su posible vinculación con el hecho, consideró que la Justicia lo excarceló porque no tenía pruebas, y que él no lo puede condenar. Agregó que no conoce a ninguno de los detenidos.

Sin embargo, opinó que “acá no hay justicia, en la tierra no hay, yo viví en mi propia sangre eso, que quemaron y mataron a toda mi familia, y esto se demora, y los delincuentes mienten y salen”.

Sobre los abogados defensores que plantean que la posibilidad de que el testimonio de su hermano Cristian, mientras agonizada en el sector de pacientes quemados del Hospital Madariaga, no tiene validez, por no encontrarse presente la jueza de la causa, Nano afirmó que si lo que contó su hermano no tuviera validez están él y su tío que estuvieron al tanto de la declaración para expresar lo que la víctima dijo. “Los abogados no se van a salir con la suya, son mugrientos y delincuentes igual que los que están presos, son basura. Un día les van a tocar a su familia y ahí ellos van a ver lo que están haciendo ahora, defendiendo asesinos. Mi familia era una familia de trabajo, y no se merecía morir así, eso no se le desea ni a un perro”.

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