Educación secundaria: analizan el horario de ingreso de los adolescentes

El científico argentino Diego Golombek advierte sobre las consecuencias de dormir poco, pone sobre el tapete lo que ocurre con los adolescentes y la idea de comenzar más tarde las clases en el ciclo secundario. En tanto la psicopedagoga Romina Chas advierte que eso sería reduccionista cuando en verdad hay que replantear el sistema educativo formal.

 

 

En diálogo con Infobae, Diego Golombek, doctor en ciencias biológicas (UBA), director del laboratorio de Cronobiología de la Universidad Nacional de Quilmes e investigador principal del CONICET precisa : «No dormir es una enfermedad. Por eso es importante entender que dormir es una necesidad imperiosa para nuestro organismo y se trata de un proceso activo porque durante el sueño se producen una serie de procesos vitales como reparación del metabolismo y consolidación de la memoria. Si se duerme menos te enfermás».

 

El científico argentino define a Infobae: «El insomnio o el sueño interrumpido casi duplica las posibilidades de que cualquier mortal se enferme. En el laboratorio estudiamos la calidad del sueño en animales y las últimas investigaciones confirman que aquellos animales que no cumplen con un ciclo de sueño normal, se enferman».

 

La Academia Americana de Pediatría hace algunas semanas reinstaló el debate sobre la idea de comenzar más tarde las clases en el ciclo secundario.

 

Golombek está a favor de que así sea por el cambio que experimentan los adolescentes en su propio reloj biológico. «Los adolescentes son naturalmente personas búho. Es decir son vespertinas porque experimentan un cambio en su reloj biológico. Y además son noctámbulos por un fenómeno cultural. Teniendo en cuenta su naturaleza, el hecho de que las clases comienzan a las 7 de la mañana no es una buena idea. Los chicos, al menos en la primera hora, están dormidos».

 

Las agujas del reloj biológico de los adolescentes apuntan naturalmente hacia más tarde. Y el hecho de que «funcionen mejor de noche» se advierte que no se trata sólo de un fenómeno cultural.

 

En la Argentina, el problema se agrava porque en las primeras horas del secundario se concentra el dictado de materias más difíciles que requieren más atención y concentración, como por ejemplo física y matemática.

 

Precisa Golombek: «Hay pruebas piloto para retrasar el inicio de las clases que se han hecho en los Estados Unidos y señalan que lo que se retrasa no es el horario de entrada al colegio; para no colapsar, entre otras cosas, el ritmo laboral de los padres; sino que lo que se cambia es el tipo de contenidos de las primeras horas, ir hacia algo más recreativo. Incluso es mejor que arranquen el día con educación física que los va a energizar que con matemática».

 

 

Para Romina Chass, psicopedagoga y docente universitaria cambiar el horario de ingreso de los adolescentes es sólo ver una variable y ser reduccionista respecto a la necesidad de un análisis más profundo que implica revisar el paradigma de la institución escolar.

 

La profesional explicó que el nacimiento del sistema educativo tal como fue respondía a la necesidad de un período social y político determinado. Así se instaló un sistema de transmisión de conocimientos y socialización. A tal fin se realizaron los distintos diseños curriculares y las trayectorias.

 

“Es un debate amplio y necesario. Muy bien en dos o tres años los adolescentes podrían adquirir todos los contenidos que hoy se dictan en 5 o 6 años de escuela secundaria. Esto va más allá del horario y tiene que ver con las herramientas necesarias para la vida laboral activa y su futuro desarrollo. Hoy se trabaja con inteligencias múltiples atendiendo más allá de las ciencias duras fomentando la enseñanza del arte y la música”, dijo.

 

Pero todo debe ser contemplado porque si bien se tiende a la inclusión temprana de los chicos a la vida escolar, incluso ya desde los 3 años, hay un sistema laboral familiar y de estructura social en marcha que no se podrá modificar de un día para otro. Un claro ejemplo de ello es el trastorno que provoca un paro de maestros cuando los padres dejan a sus hijos en la escuela porque van a trabajar, sin esta institución tal y como la conocemos ahora, este sistema no funcionaría. Se debería trabajar en alternativas contenedoras.

 

Chas sugirió un replanteo estructural de socialización escolar y sus trayectorias donde mucho se hizo desde la inclusión de los adultos, los planes de terminalidad de secundaria e incluso con una visión de transformación de sistema educativo para que las metodologías no sean obsoletas y en definitiva sirvan poco a desarrollo personal de cada estudiante.

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