Juicio por el caso Mercol: los médicos detallaron cómo fueron los minutos finales de Iván

A sala repleta como en el primer día arrancó la segunda audiencia del juicio por la muerte de Iván Mercol (22), ocurrida tras una pelea en un boliche posadeño el 19 de marzo de 2006 y por el que hay dos imputados: Sebastián Ruiz y Diego Cantallops. Declararon seis médicos que tuvieron contacto con la víctima.

Puntual, a las 8.30 fue llamada la primera testigo: la doctora Mónica Palacios, quien hace ocho años se desempeñaba como subjefa del Cuerpo Médico Forense. Ella fue una de las profesionales que llevó adelante la autopsia al cuerpo del joven estudiante de Ciencias Económicas.

La doctora detalló que la convocaron el mismo 19 de marzo luego de que se diagnosticara la muerte cerebral de Iván. Dijo que él juez de la causa, Eduardo D’Orsaneo, le pidió que se entrevistara con los médicos del sanatorio donde estaba la víctima, porque había intenciones de la familia de donar los órganos del muchacho. Puntualmente, el magistrado quería saber si una ablación podía complicar lo que pudiera recabar una eventual necropsia. Palacios habló con terapistas y médicos especialistas en ablaciones y acordó cómo sería el procedimiento. La autopsia finalmente se hizo la mañana siguiente, el 20 de marzo.

 

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Mónica Palacios era entonces subjefa del Cuerpo Médico Forense.

Después puntualizó los resultados del estudio forense: afirmó que la lesión que llevó a la muerte a Iván pudo generarse por un movimiento brusco del cuello, que provocó la rotura de un tejido ubicado entre el cerebro y el cerebelo, lo que desató una hemorragia importante.

“Pudo dar unos pasos y luego ya se desvaneció. Apenas llegó al centro de salud donde lo llevaron, ya sufrió un paro cardíaco, del que lo pudieron salvar. Más tarde con una tomografía en el San Lucas se determinó la hemorragia cerebral masiva”, precisó la forense.

Añadió que ese movimiento pudo haberse generado por un fuerte golpe frontal o lateral. Aclaró, no obstante, que también se puede producir una lesión de ese tipo por un giro brusco del cuello provocado por la presión que se ejerza con el antebrazo, de manera imprevista o violenta.

Esto es significativo, porque en la primera audiencia quedaron en claro las dos posturas imperantes: para la Fiscalía los golpes aplicados por los imputados a Iván provocaron las heridas letales, mientras que para los defensores sostienen que esas lesiones se produjeron luego de la pelea, en momentos en que Mercol era retirado del boliche por personal de seguridad de la disco.

En segundo término fue llamado a declarar como testigo el médico Héctor Manuel Riera, responsable del sanatorio Boratti, donde Iván fue asistido tras el enfrentamiento. Explicó en qué condiciones recibieron al paciente en la clínica y en qué momento se declaró la muerte cerebral del joven: luego de una serie de estudios hechos, entre ellos una tomografía, alrededor del mediodía del domingo 19 de marzo de 2006. También recordó que avisó al INCUCAI que tenía un potencial donante de órganos y explicó a la familia Mercol cuál era la situación.

Los padres de Iván, con generosidad, autorizaron a que se hiciera la ablación. Fue luego de que se declarara la muerte del joven, a las 17 de ese domingo trágico.

El juez D’Orsaneo firmó por escrito la orden para la ablación y el operativo comenzó a las 23. Terminó a las 5 de la mañana y se extrajeron el corazón, los riñones y el hígado.

El defensor de Ruiz, Hugo Zapana, pidió que citen a declarar como testigo al médico terapista Sergio Tomadín, quien en un informe dice que «en base a relatos de testigos» la lesión en la nuca que presentaba Iván había sido producto de un botellazo.

 

Después llamaron al médico Miguel Ángel Faraudo, quien participó como perito de parte en la autopsia. Habló de una lesión cerebral gravísima, incompatible con la vida. «El cerebro se inundó de sangre. Esto se produce de manera casi inmediata a la lesión. El cuerpo se desploma. La dilatación de pupila es otro de los síntomas». agregó.

Luego al doctor Juan Carlos Viana, afectado en ese momento a un servicio de asistencia médica (Domin), que trasladó a Iván desde Power hasta el hospital Ramón Madariaga.

«Yo estaba en Domin cuando me llamaron. El chico estaba en el piso del boliche, no respondió a ninguna pregunta. Se hallaba muy mal. Había mucha gente ahí. Un patovica ayudó despejando el lugar. Lo llevamos directamente al hospital», recordó.

Después prestó su testimonio la médica Mariel Adriana Haseitel, quien atendió a Iván en el hospital. Ella detalló que el muchacho se hallaba en una situación crítica y que lo que logró hacer fue estabilizar su ritmo cardíaco.

Desde el Madariaga el joven fue derivado al sanatorio Boratti, donde finalmente dejó de existir.

El último en comparecer como testigo fue el doctor Miguel Ángel Chomyn, quien también estuvo al tanto del estado desesperante del joven cuando recibió atención médica.

 

La familia de Iván siguió cada relato de la audiencia.
La familia de Iván siguió cada relato de la audiencia.

Mañana jueves, el debate seguirá con los siguientes testigos convocados: Marcelo Enrique Koch, Walter Cantero, Gustavo González, Sonia Zuk y Marisa Raquel Bueno. El relato de esta última es uno de los más esperados, porque ella es una oficial de la Policía que estaba a cargo de la seguridad del boliche cuando sucedió todo. Y más teniendo en cuenta que lo defensores de los imputados sostienen la versión de que Iván murió por un desnucamiento que sufrió después de la pelea con Ruiz y Cantallops y apuntaron hacia los patovicas de la disco.

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