Flamante maestra jubilada de Candelaria: “El docente tiene que estar dispuesto a todo y si no tiene vocación que se quede en su casa»

Mónica Zanelli se jubiló en la Escuela Nº 8 «General Manuel Belgrano» de Candelaria, luego de  transitar 35 años en la docencia. En principio enseñó en primer grado, después sexto, séptimo y por último cuarto grado, respectivamente.  «El niño primero es persona y el aula está poblada de chicos con diferentes realidades», dijo para estar de acuerdo que los alumnos deben promocionar los tres primeros años de la primaria y ser preparados para los grados más elevados. Dijo que el docente actual «debe estar dispuesto a todo y si no tiene vocación que se quede en su casa».

Mónica Liliana Zanelli y su colega Norma Isetta recibieron hoy medallas recordatorias, por haberse beneficiado con la jubilación en la mencionada escuela de Candelaria. «Hoy es un día especial porque se jubilan estgas dos maestras,  después de 35 años de servicio», contó antes del acto la directora de la Escuela provincial Nº 8 General Manuel Belgrano, Nora Liliana Fernández.

 

 

En homenaje a las flamantes jubiladas les entregaron medallas recordatorias, ramos de flores, luego hubo poesías alusivas de los  alumnos, canto de despedida que les brindaron las colegas, y números artísticos de los alumnos en homenaje al Día del Maestro que hoy se celebra en todo el país.

A la maestra Mónica la medalla recordatoria le fue entregada por la directora, y a la maestra Isetta, la vicedirectora Alicia Jiménez.

Muchos padres y chicos asistieron a este acto por el Día del Maestro, en recordación de un aniversario más del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento.

En esta escuela de Candelaria, el único maestro varón es Francisco Eitchberger, quien enseña en séptimo grado.

La historia de Mónica Zanelli

Mónica Zanelli
Es oriunda de Puerto Mineral, cuando tenía 1 año fue a vivir a La Patagonia, volvió a Misiones donde se radicó totalmente en Candelaria.

Mónica Zanelli se jubiló luego de estar 35 años en la docencia, enseñando en principio en primer grado, después sexto, séptimo y por último cuarto grado, respectivamente. Los dos últimos años por razones de salud hacía tareas en la dirección escolar.

En diálogo con Misiones on Line habló de su nueva condición de jubilada dijo “lo que más extraño es la relación con los niños, es algo que te mantiene abierta a un montón de cosas, formada, en contacto total con la realidad, con los colegas se sigue la relación pero no con el aula y no se tiene esa comunicación, y la visión total de lo que pasa a nivel comunitario”.

Los beneficios de una vida pasiva los logró a fines del año pasado, por alcanzar la edad jubilatoria estipulada por ley a los 55 años, ahora tiene 56 años.

Es oriunda de Puerto Mineral, pero cuando tenía 1 año fue a la Patagonia con sus padres, donde estudió y se recibió de maestra.

Volvió a su provincia natal y fue preceptora en dos colegios secundarios en Posadas, el Martín de Moussy y la Escuela de Comercio Nº 1 “General San Martín”.

 “El aula está poblada de toda clase de chicos y diferentes realidades”

La docente, al ser consultada si los chicos de primer grado que tienen aplazos tienen que repetir de grado recordó que en Misiones promocionan los tres primeros años, no se ponen notas numéricas sino hay que ver si cumplen o no los objetivos, tampoco esto último es bueno”, dijo.

Sucede, explicó, que “en el aula se tiene toda clase de chicos, de diferentes barrios y realidades”.

Mónica, quien esta mañana recibió medallas recordatorias en la Escuela Nº 8 de Candelaria donde estuvo desde 1989, siendo antes preceptora en los colegios secundarios de Posadas, el Martín de Moussy y la Escuela de Comercio Nº 1 General San Martín. Estuvo en contacto con los alumnos en el aula hasta el 2010 y luego pasó a tarea pasiva en la dirección escolar, hasta mayo del 2013 en que se jubiló.

En la Patagonia se inició como maestra en los primeros grados y cuando vino a Misiones, en esa escuela de Candelaria “me inicié en cuarto grado, luego sexto y séptimo al año siguiente”.

“Estuve en grados grandes por mucho tiempo, luego bajo a cuarto grado”, recordó.

Habló del primer ciclo del niño, que es de 6 a 8 años, en esa etapa que cursa el primero, segundo y tercer grado “ese niño tiene que empezar a prepararse para el desafío de los grados grandes y que no le costara tanto la adaptación”.

Según su experiencia “todo niño tiene sus saberes propios y va adquiriendo diferentes uno en un tiempo y otro en otro”.

Al ser consultada lo que ocurre en la provincia de Buenos Aires donde se aprobó que el chico pase de grado aunque tenga notas bajas, quiso hablar de “personas no de cuestiones políticas, lo que sí haría falta que no esta mal promocionarlo porque algún saber el niño habrá adquirido, no todos el mismo nivel, cada uno trae su realidad y son personas diferentes”, remarcó.

Para la maestra flamante jubilada “lo importante sería y es un trabajo que es un desafío para todo docente poder trabajar en el aula para diferentes niveles,pero es una utopía porque primero no se da la realidad para hacer eso, segundo por la realidad laboral del docente”.

“El docente tiene que estar dispuesto a todo y si no tiene vocación que se quede en su casa”

“Sabemos que muchas veces es que tiene que poner de su bolsillo más allá que los sueldos son magros para que los chicos salgan adelante, lo ví en la Patagonia y acá, el docente es docente, mucha veces papá, mamá, psicólogo, amigo o amiga, muchas vees contenedor de la familia, las mamás vienen con problemáticas que vienen orientando y a una le toca una mamá joven con esos chiquitos y hay que contenerlas y a veces enseñarles el docente tiene que estar dispuesto a todo y si no tiene vocación es preferible que se quede en su casa”.

Para esta maestra de “las de antes” “no hay niño que no evolucione en un año en la escuela, o como persona con aprendizaje de conductas, tal vez no de conocimientos, hay que rever eso se toman las medidas pero no se hace el trabajo de campo que hay que hacer, probamos, imponemos”.

Para Mónica Zanelli «la nota en sí es un número, si se pone un diez se sentirá bien, si se pone uno el niño pensará yo no sirvo para nada y no es así, me baso que tal vez tendríamos que buscar la forma de otra manera de evaluar o calificar tampoco muy bueno o muy satisfactorio, tendríamos que ver realmente la evolución del niño y trabajar en el aula con varios niveles”, pero al respecto opinó que esto “es una utopía porque es un maestro o maestra con 30 ó 40 alumnos en el aula donde cada uno es persona y con realidades diferentes”.

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Maestras jubiladas de Candelaria
Mónica Liliana Zanelli (izquierda) y Mercedes Norma Isetta, antes del homenaje preparado por sus flamante jubilaciones. (Foto gentileza Juan Ramón Fariña).

 

Directora Escuela de Candelaria
Liliana Fernández, directora de la Escuela Nº 8 de Candelaria.

 

 

 

MAESTRas

MAESTRA JARDIN
También asistiendo al acto de hoy, la profesora Gabriel a Gonzalez, directora de la Escuela Especial 54 que funciona en el predio de la Escuela Nº 8 de Candelaria.

 

 

 

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