Así lo expresó el delegado regional de Renatea, Ramón Enríquez en relación a la demora en la firma del convenio de corresponsabilidad gremial que ayudaría a la erradicación del trabajo en negro en el sector yerbatero. “Tenemos entendido, por información que recibimos, que el retraso se debe a que las patronales no completaron la documentación necesaria”, dijo.
Ramón Enríquez, delegado regional de Renatea. LT17
Enríquez manifestó que la permanencia del trabajo en negro en el sector rural se debe a una suma de factores y que desde Renatea tenían una “gran esperanza” de que esa situación se revierta significativamente con la firma del convenio de corresponsabilidad gremial que hasta el momento no se pudo concretar.
En ese sentido explicó que desde el organismo hay dudas sobre los motivos de la demora en la firma ya que, según tienen entendido por información recibida, “el retraso se debe a que las patronales no completaron la documentación necesaria”.
Asimismo indicó que si el convenio se firma “ya no habría excusas para seguir haciendo trabajar en negro a la gente” y agregó que hasta entonces, el Renatea lleva adelante las fiscalizaciones correspondientes. “Con las realizadas hasta ahora hemos notado una leve mejoría con respecto a años anteriores porque en las fiscalizaciones que hicimos hay un pequeño porcentaje de trabajadores en blanco, cuando antes encontrábamos un 100 por ciento de trabajadores en negro. En nuestros registros también ha habido un aumento de las empresas que registran trabajadores, pero es mínimo, porque cualquier mejoría queda insignificante en relación a la gran cantidad de empleados en negro existentes”, manifestó.
Por otra parte señaló que desde Renatea propugnan, junto al sindicato de tareferos, una modificación al sistema de pago de la interzafra que generaría una mayor preocupación de los propios trabajadores de registrarse y de que en su recibo aparezca realmente lo que perciben. “Porque ese es otro gran problema, que solo hacen figurar el 10 por ciento de lo que perciben y eso es un modo de evasión fiscal”, reveló.
En cuanto a las amenazas denunciadas por los agentes territoriales del Renatea aclaró: “No eran inspectores sino agentes que hacen de nexo entre los eslabones de la cadena yerbatera. Es muy difícil amenazar a los inspectores, puede haber alguna situación tensa, pero amenazas es muy difícil”. “Esos agentes territoriales fueron amenazados sí porque a los empleadores les preocupa el trabajo organizativo que se pueda hacer en el territorio. El núcleo duro se resiste a que se organicen los trabajadores porque nos hemos acercado mucho a los contratistas y conversado sobre los beneficios que les significa a ellos registrar a los trabajadores y los fuimos convenciendo. Eso fue lo que molestó a ese núcleo duro porque era su herramienta de choque ya que por un lado les organizaban el trabajo y por otro disciplinaban a los trabajadores. Y ellos quieren seguir manteniendo ese régimen de explotación”, explicó finalmente.
(LT17)
