La última vez que vieron a los asesinos de Knott estaban en Campo Grande

Se confirmó que la camioneta en la que huyeron los asaltantes del empresario de Montecarlo fue vista en la localidad cercana a la ruta 14. Allí se les perdió el rastro.

La última vez que vieron a los asesinos del empresario Héctor Helmut Knott (49) fue en Campo Grande, lo confirmaron fuentes ligadas a la investigación del hecho. El dato llegó a la Policía días después del hecho. Iban a bordo de la camioneta Chevrolet S-10 gris que robaron en la casa de la víctima (que le pertenece a un familiar) y lo vieron lugareños que avisaron a los uniformados.
Esos testigos indicaron que los tres ocupantes de la pick up se movían como si no conocieran la zona. Es más, estaban ensayando una maniobra para salir del sector rural al que se habían metido.
A Knott lo mataron el sábado 9 de agosto. Ese día, pasadas las 16.30, tres delincuentes lo sorprendieron cuando salía de su casa con tres parientes para ir a hacer compras. La banda quería dinero y el empresario les entregó entre 20.000 y 25.000 pesos que tenía.
Las fuentes indicaron que la gavilla exigió “350 mil dólares”. La familia del empresario dice que nunca tuvo tal cantidad de dinero en la casa.
Según pudieron establecer los detectives, el empresario vendió un camión Scania que había traído de Europa por 350 mil pesos. Sus parientes dicen que con esa plata cambió la camioneta y que el resto la invirtió en la cooperativa de la que formaba parte. “Creemos que manejaban el dato de que el monto era 350 mil, pero creían que eran dólares y no pesos. De todos modos, esa plata no estaba allí. De ahí que ahora rastreamos a los que conocían de la venta de ese camión, porque por allí podría estar la clave”, apuntó un investigador.
No contentos con el dinero que entregó Knott, los malvivientes decidieron irse, pero se llevaron al empresario.
Se cree que la víctima se zafó y echó a correr. Fue entonces que uno de los asaltantes le disparó en la espalda a Knott, quien cayó muerto en la parte trasera de su casa.
La gavilla huyó en la camioneta de un primo del empresario. Fue hasta la zona céntrica del pueblo y de allí tomó la ruta 12, tras pasar un semáforo en rojo. Después entró en la ruta 212, que une Caraguatay con San Vicente. Allí lo vio un testigo el mismo sábado 9. Hasta ahora se creía que era el último dato de los homicidas. Sin embargo, la pista Campo Grande indica que los malvivientes alcanzaron esa localidad.
Aparte de rastrear quiénes estaban al tanto de la venta del camión, los investigadores también tratan de determinar si los responsables del atraco conforman una banda que opera en la Zona Centro.

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