Plan yerbatero detecta alta concentración y altibajos en la calidad de producción

Se presentó ayer el Plan Estratégico para el Sector Yerbatero. Advierte un aumento en la concentración en todos los eslabones de la cadena. Plantea la necesidad de establecer estándares y tipificar, ante la disparidad en calidad de la materia prima y producto elaborado. Advierten estancamiento en el mercado interno, pero oportunidades de crecimiento en el sector exportador y en formas alternativas de consumo.

Se presentó hoy el Plan Estratégico para el Sector Yerbatero, documento elaborado en conjunto por el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYM), los gobiernos de Misiones y Corrientes, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la Universidad Nacional de Misiones (UNaM). El pormenorizado trabajo identificó los principales problemas que enfrenta la actividad, entre las que se destacan un incremento en concentración en todos los eslabones de la cadena productiva, diferencias muy marcadas en la calidad de la materia prima, mercados estancados y escaso conocimiento de las propiedades del producto a escala mundial.

Durante la presentación del trabajo, advirtieron que en los últimos años desaparecieron 24 molinos y 54 secaderos, al tiempo que el volumen tanto de canchada como de yerba molida  producido, se mantuvo en los mismos niveles, lo que revela un incremento en la concentración en ambas actividades. Indicaron  que actualmente cuatro molinos aportan la mitad de la producción. Los especialistas proyectan un escenario a futuro con mayor escala, integración y concentración.

En cuanto al sector primario, el Plan Estratégico advierte que los pequeños productores un riesgo de perder competitividad por baja escala y poca productividad frente a los grandes actores de ese sector, la mayoría de los cuales están integrados. El trabajo señala además que el avance de la mecanización en tareas de cosecha, tecnologías disponibles para las grandes empresas, amplia la brecha de competitividad entre chicos y grandes.

En relación al avance en la concentración y al acceso diferencial a las tecnologías, Enrique Kuszko, director del INYM por el sector primario, consideró necesaria la continuidad de los planes, tanto de mejora en el rinde de los yerbales de los pequeños productores, como el “Tres por uno”, a través del cual se financia a los pequeños productores el reemplazo de tres hectáreas de baja producción por una de alto rendimiento, como de acceso a la tecnología, tal el caso del programa que facilita el acceso de guinches y carritos para el traslado de hoja verde dentro de los yerbales.

Resaltó que la continuidad de dichos planes depende en gran medida de la posibilidad de aumentar la tasa de fiscalización, que el Inym cobra a través de la estampilla.

Otro de los problemas identificados por el Plan Estratégico tiene que ver con la disparidad en la calidad de la materia prima entregada por los productores, especialmente los pequeños. En ese sentido se destacó la necesidad de adoptar algún método para tipificar la yerba, de modo de garantizar un estándar. Advierten que la incertidumbre en cuanto a la disponibilidad de hoja verde de las características buscadas por la industria, afecta a ese eslabón.

A la hora de analizar los mercados, el trabajo destaca que la yerba tiene una penetración tan alta en el mercado interno, que no se puede pensar en crecer más en ese ámbito, pero destaca que hay oportunidades en exportaciones y en el desarrollo de nuevos productos asociados a diferentes formas de consumo de la yerba, como bebidas, alimentos o incluso insumo para industrias como la alimentaria, medicinal y de cosméticos.

La génesis

La construcción del Plan Estratégico para el Sector Yerbatero demandó casi dos años de trabajo (2012 – 2013) en los que el actor principal de este trabajo fue el “Sector Yerbatero” representado en el Foro Yerbatero, conformado por los actores de los diferentes eslabones de la cadena producción de plantines, producción primaria, secaderos y molinería y mercado e instituciones técnicas y científicas. Dicho foro trabajó en talleres en los que se analizó la realidad del sector, se generó un diagnóstico prospectivo, identificando fortalezas y debilidades, para luego acordar lineamientos estratégicos.

El 5 de agosto de 2013 el Foro Yerbatero aprobó en Jardín América el Documento de  Plan Estratégico, el 7 de octubre del mismo año, los responsables de los máximos organismos vinculados a la actividad de la yerba mate firmaron un acta acuerdo para avanzar en su implementación de la iniciativa, y hoy, el 25 de agosto, fue oficializado por el vice gobernador de Misiones, Hugo Passalacqua; el Coordinador y Enlace del Plan Estratégico en el ministerio de Agricultura de la Nación, Luis Alberto De Bernardi; los ministros de la Producción de Corrientes, Jorge Vara y del Agro y la Producción de Misiones, José Garay; el presidente del INYM, Luis Prietto; el director del INTA, Octavio Ingaramo, y el rector de la UNaM, Javier Gortari.

Durante la presentación, Mario Passalacqua repasó la historia yerbatera que registra “un primer plan, encabezado por los Jesuitas”, y celebró el que se haya logrado hilvanar aquella época con la actual, “caracterizada por una sociedad más compleja y donde los diferentes sectores trabajaron en pos de un interés común”.

Javier Gortari destacó el “valor simbólico de la yerba mate, en términos histórico, cultural, de identidad, económico y social” , enfatizó al Plan Estratégico para el Sector Yerbatero “por articular distintos organismos representativos del sector, lo que revela madurez institucional y que en democracia es posible encontrar consenso para el bienestar común”. En ese sentido, Gortari subrayó el apoyo de la Nación para la nueva etapa del plan, la de implementación de los lineamientos estratégicos, y la necesidad de “lograr equidad para corregir la actual situación de la cadena, con una gran riqueza en un extremo y exclusión en la otra”.

“Estamos capitalizando el trabajo de dos años, un trabajo que se hizo con mucha generosidad, con la participación y aporte de todos los sectores, y con consenso, eso hay que valorarlo mucho”, dijo Octavio Ingaramo. “Hablamos de un trabajo que ya fue aceptado por la Nación en el marco del Plan Agroalimentario Nacional, enmarcado en Argentina 2020”, señaló.

Además de ponderar el trabajo realizado en los últimos años para lograr el Plan Estratégico, el ministro de la Producción de Corrientes; Jorge Vara, resaltó que es importante mantener abiertas las puertas de este documento que define cómo fortalecer al sector yerbatero en su conjunto porque -dijo- “siempre van apareciendo situaciones, escenarios nuevos”, y manifestó que para la vecina provincia, “la región de la tierra colorada, una de las seis que tienen los correntinos, es la más importante en materia productiva y toma más importancia al plantearse la posibilidad de un trabajo en conjunto con Misiones”.

Su par de Misiones, José Garay, expresó que “el 90 por ciento de la producción yerbatera es misionera, abarca a miles de trabajadores, y tiene grandes asimetrías”, y apuntó que “el Plan es una herramienta para corregir esas asimetrías, y el INYM debe cumplir ese rol, y para que eso ocurra debemos lograr que las estampillas tengan el valor que corresponde para que se puedan generar recursos e implementar programas destinados al sector”.

El Coordinador y Enlace del Plan Estratégico en el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Luis Alberto De Bernardi, dijo “estar gratamente sorprendido por la convocatoria del Plan y la calidad de las personas” que hicieron posible esta herramienta, al tiempo que bregó para que “a través de su implementación podamos achicar la brecha entre ricos y pobres”.

El Plan Estratégico para el Sector Yerbatero propone orientar, hasta el año 2028, acciones para que Misiones y Corrientes, únicos territorios de la Argentina donde se cultiva este producto, sean proveedores confiables de Yerba Mate, garantizando el abastecimiento de productos sanos, naturales, genuinos y de calidad para distintos usos, y afianzando condiciones productivas, económicas, sociales y tecnológicas, ambientalmente sustentables, que garanticen el desarrollo integral y equitativo de la cadena yerbatera; además de  acciones para ampliar el mercado interno y avanzar en la conquista de nuevos mercados.

 

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