Fútbol: no se puede hacer en 25 días lo que no se hizo en 25 años

Llama la atención por estas horas la dureza con que algunos juzgaron la actuación de Guaraní Antonio Franco en el empate 0 a 0 frente a Aldosivi. El equipo del Chaucha sumó 2 puntos de 9 en las primeras tres fechas del Torneo de Transición de la B Nacional. Desde ese punto de vista, quizás el balance no es del todo positivo. Pero si se mira “la mitad de la botella llena” son más las cosas para destacar o para esperanzarse.

Pero antes de arrancar con un análisis transcurridas estas tres primeras fechas, hay que hacerse una pregunta. ¿Cuál sería el objetivo de Guaraní A. Franco –ascendido a la segunda división tras 25 años de deambular por torneos regionales de segunda y tercera categoría- si este certamen fuera un clásico torneo de la B Nacional? Es decir, todos contra todos, a 12 meses de duración y con tres ascensos…y tres descensos. La respuesta es obvia: Guaraní estaría mirando solamente la tabla “de abajo”.

Pero el destino quiso que a este verdadero “gigante dormido” del fútbol el interior -como calificó al «franjeado» el gerenciador, Roberto Enríquez, el día que presentó el plantel en un hotel céntrico- le tocara en suerte volver a las grandes ligas justo cuando se disputa este “engendro” llamado Torneo de Transición, que premia con 10 ascensos (sobre 22 equipos) y ningún descenso. Entonces, y se entiende al hincha, es difícil no ilusionarse y ser exitista. ¿Quién puede no ilusionarse con una de esas cinco plazas?

Pero más allá del objetivo de ascender, que por obra y gracia de este raro torneo pasa a ser meta para cualquiera de los 22 clubes, lo cierto es que para Guaraní la verdadera victoria está en consolidarse en la segunda división para no bajar nunca más, quedarse a vivir en la B Nacional, consolidar un proyecto deportivo e institucional y dar cada paso sobre seguro y que no le suceda lo que a tantos otros clubes del interior que tienen sus 15 minutos de gloria y después caen estrepitosamente porque tuvieron que hipotecar la institución para bancar una aventura que, cuando mucho, dura un año.

Además, y ahora yendo a lo estrictamente futbolístico, Guaraní está en ascenso. El partido del domingo lo tendría que haber ganado si Jorge Piñero da Silva no se hubiera errado en el minuto 33 del ST ese mano a mano increíble, tras una muy buena combinación con Enzo Bruno. O si el remate del propio Bruno hubiera dado un centímetro “mas adentro” de la base del caño derecho de Matías Vega. También tuvieron chances claras Silba (44´del ST) y en el primer tiempo Narese (cabezazo en el segundo palo tras centro de Sagarzazu) y el propio «Pelado», con un «puntinazo» que se fue por poco.

Se va de menor a mayor. En Mataderos se subió un escalón respecto al partido ante los jujeños, y se perdió por errores groseros de la defensa. Esos errores groseros se corrigieron en el partido de ayer donde indudablemente Guaraní debió irse ganador. El equipo va en ascenso, y las chances de gol van apareciendo.

Y hablando de goles. Párrafo final para Cristian Barinaga. ¿Tendrá lugar en este equipo el talentoso media punta? No es que Cristian no tenga cosas para darle a este Guaraní, pero quizás hay lugar para un solo talentoso en este esquema, y ese lugar -al menos por ahora- es de Enzo Bruno, que tras un partido pobre frente a Gimnasia de Jujuy apareció en Mataderos y ayer en Villa Sarita (pelota en el palo, asistencia de gol y un par de jugadas).

Si bien el hincha se quedará con el gol errado frente a Vega a los 33 del segundo tiempo, el grandote Piñero da Silva (misionero, para más datos) parece una alternativa más que interesante para jugar como único punta, para «fajarse», o tocar e ir a buscar (tiene gran técnica con la pelota, a pesar de su estatura -1,90- que engaña) con Bruno, Narese o Sagarzazu. Bianco tiene varios días (el miércoles 3/9 visita a Colón) para resolverlo.

Esto recién empieza, pero lo cierto es que Guaraní va mejorando y se va consolidando. En el fondo, esa es la idea. Que este presente del fútbol misionero, con dos clubes en la vidriera grande, sea la nueva realidad de acá en más. Y que suban los dos, o que suba uno de los dos, o que no suba ninguno. Pero que nunca más el fútbol de Misiones se quede sin representantes en la vidriera grande.

Se entiende la ansiedad del hincha, siempre se va a entender, claro. Pero también, con el tiempo, debe entenderse que no se puede hacer en 25 días lo que no se hizo en 25 años.

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