Bonos argentinos vuelven a rendir por encima del 15%

El caso del Boden 2015 es emblemático. Es el título más corto de la curva argentina, ya que vence en octubre próximo, cuando devuelve la totalidad del capital. Tiene además tres pagos de cupón de intereses por delante. Antes de que el país ingresara formalmente el default, este título llegó a rozar los u$s 100, pero el viernes –luego de caídas casi continuas durante toda la semana- ya había cerrado a u$s 94 en Wall Street. Este precio representa un rendimiento de nada menos que el 15,5% anual en dólares. De esta forma, se aproximan a los niveles de enero, cuando la devaluación provocó un fuerte impacto entre los inversores. El viernes, luego de una nueva jornada negativa para los títulos argentinos, el riesgo país volvió a superar los 800 puntos tras una suba de 3,5%.
Este título fue emitido bajo legislación local y fue emitido en forma independiente al canje de deuda 2005. Por lo tanto, estaría totalmente al margen de cualquier peligro de embargo del juez Thomas Griesa. Sin embargo, la desconfianza también se apoderó de este título. Este papel se ve afectado por dos posibles eventos:
. Una aceleración de la deuda a dos meses del default, que obligaría a una reestructuración extendida. Este evento, sin embargo, afectaría exclusivamente a los bonos emitidos bajo legislación extranjera.
. El temor a que no estén los dólares suficientes para que el gobierno asuma el pago completo del Boden 2015 en octubre próximo, teniendo en cuenta que se trata de una emisión que actualmente asciende a u$s 6.200 millones. El default agrava esta situación, al impedir un “roll-over” (es decir una refinanciación) cuanto menos parcial de esa deuda.
El Global 2017 es otro de los bonos cortos que resultó muy castigado en las últimas jornadas. Tiene un cupón de intereses mayor que el Boden 2015 (8,75% anual versus 7%), pero la gran diferencia es que se trata de un título emitido bajo legislación Nueva York al efectuarse el canje 2010. El próximo pago de cupón cae a principios de diciembre, pero de mantenerse la situación actual no podría pagarse. Terminó en el cierre de la semana a u$s 85,5, con un rendimiento de 15,3%. Un bono de idéntica duración como el Bonar X, pero que fue emitido con legislación local, rinde 13,8%.
Los bonos largos también fueron afectados por la desconfianza de los inversores ante la prolongación del default y la falta de avances en las negociaciones entre los bancos privados y los fondos buitre. El Discount en dólares bajo ley Nueva York había llegado a los u$s 95 cuando parecía que habría un arreglo con los holdouts, pero terminó la semana en u$s 80. Sólo el viernes cayó 3%. No sorprende este derrumbe ante la falta de arreglo y la posibilidad de que el default se mantenga por lo menos hasta el arranque del año próximo.
Otro aspecto particular relacionado con la deuda argentina es que los bonos en dólares tienen cotizaciones muy diferenciadas según se trata de Wall Street o Buenos Aires. El Boden 2015, por ejemplo, cerró a u$s 94 en Nueva York, pero en el mercado porteño lo hizo a u$s 86,7 en la serie denominada RO15D, que se opera direcamente en dólares. Lo mismo sucede con el Bonar X. Afuera cerró a u$s 87,50, pero aquí cerró a u$S 79,80.
Esta brecha entre el mismo bono comprado afuera o en Buenos Aires representa, por otra parte, una oportunidad para los que puedan adquirirlo localmente. La explicación a dicho fenómeno es, justamente, la escasez de dólares en el mercado porteño y la postura de los inversores de no querer desprenderse de divisas en momentos de alta incertidumbre, lo que deprime el precio de los activos locales en moneda dura.

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