Con auditorio lleno de estudiantes de cuarto y quinto año de distintos colegios de Posadas, se desarrolló esta mañana en el instituto Montoya, el Congreso para Jóvenes «Sueños y proyectos van de la mano: herramientas para el desarrollo de la libertad», organizado por Osde filial Misiones, y en el cual un equipo de cuatro miembros de la fundación Padres, integrado por Sebastián Amenault, Sergio Expert, Agustín Barletti y Adrián Dall’ Asta, abordaron aspectos relacionados con los desafíos de la vida, las dificultades que pueden tornarse en oportuniddaes y que la vida no es un paso accidental, sino una misión, una historia que cada uno tiene que construirla de cara al presente y futuro.
De izquierda a derecha, Sebastián Amenault, Adrián Dall Asta, Sergio Expert y Agustín Barletti.
Sergio Expert y Agustín Barletti, detalles de las charlas que dieron en el Montoya. (Audio Misiones On Line)
Sebastián Amenault y Adrián Dall Asta también transmitieron sus experiencias de vida y dejaron sus mensajes a los jóvenes. (Audio Misiones on Line).
«Superate a vos mismo y no a los demás»
Adrián Dall’Asta (izq.) y Sebastián Amenhault.
Sebastián Amenhault habló acerca de “La decisión, un camino en el desierto, la soledad como amiga de los procesos interiores, a partir de ahí se elige qué hacer de la vida, y el camino tomado, en definitiva es mostrarle a los chicos desde mis vivencias, esto que vivimos en la sociedad que es totalmente elitista, no soy campeón del mundo si no bato un récord parece que sos de segunda categoría, pero en definitiva lo que hacés lo que realmente te apasiona, no hace falta ser campeón del mundo y para eso no hace falta llegar a esos logros que a veces parecen imposibles. El mensaje es superate a vos mismo y no a los demás, dijo.
Es deportista, hace carreras de larga distancia y por kilómetros que va corriendo junto a las empresas que lo apoyan hace donaciones a entidades para carenciados. Es el único sudamericano en haber corrido siete continentes, y el año pasado corrió 42 kilómetros a 900 metros bajo la tierra en una mina de sal en Alemania, “hago lo que me apasiona y me siento campeón en mi carrera”, agregó.
¿»Quién soy, para qué vivo y qué vine a dejarle a este mundo?»
Adrián Dall’Asta cierra las charlas contando tres historias que tienen por eje común aspectos de la vida vocacional, cuando uno tiene que descubrir su vocación, el mundo solo trata la vocación desde la profesión, parece que la vocación y la profesión es lo mismo y es una mirada equivocada, la vocación es mucho más profunda y si además se eleva con una misión, con un objetivo transformador de la realidad ahí uno descubre la felicidad, en esas tres historias se descubre lo que tiene que ver con la superación personal, superar las dificultades, el desierto y la soledad, transformar lo ordinario en algo extraordinario”, entre otros conceptos, además de darles herramientas de orientación, marcarle lo que define el ser y el hacer, y al final les sugirió hacerse las tres preguntas ni bien salgan del congreso: “Quién soy, para qué vivo y qué vine a dejarle a este mundo”.
«Una explosión de vida»
Sergio Expert y Agustín Barletti.
Sergio Expert , de 48 años, es licenciado en administración de empresas, contó que a los 19 años tuvo un accidente que le cambió la vida por completo, perdió una pierna y casi pierde la otra, en el congreso habló acerca de “La decisión y una explosión de vida”, de “ cómo las adversidades aparecen en la vida y cómo podemos encontrarle los mecanismos ante las dificultades y ver una oportunidad para desarrollar nuestro máximo potencial”.
“No importa los problemas que tengan que sigan su instinto, su corazón, y automáticamente van a encontrar una vocación, no es fácil pero se puede, me parece que hoy los chicos necesitan tener mensajes esperanzadores porque son futuro”, agregó.
«Trazar objetivos y cumplir»
Agustín Barletti es abogado y ejerce como periodista en temas de comercio exterior, contó a los jóvenes cómo » con planificación y fuerza de voluntad se pueden lograr los objetivos, yo les conté cómo con una planificación precisa y con esa fuerza de voluntad pude recibirme de abogado en dos años y cómo después en el 2010 pesando casi 100 kilos hice una planificación de 19 meses de entrenamiento de natación y luego gracias al estado físico adquirido uní a nado dos continentes, Europa y Africa a través del Estrecho de Gibraltar, aprendí a superar dificultades y la primera dificultad que tuve que superar hoy fue empezar a hablar con los chicos, porque ellos tenían un estado de atención que le sacaban el jugo a todas nuestras experiencias, fue algo muy emocionante”.
