Foresto-industria presentará propuestas de políticas de desarrollo para el sector en el Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2020

El Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación impulsa una revisión del Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial (PEA 2020), y por pedido de Carlos Casamiquela, abrió una segunda etapa donde convocaron  a una nueva reunión de la Mesa Forestal Nacional y acordaron ejes de trabajo conjunto entre el sector público y privado.

 

El encuentro realizado en Buenos Aires semanas atrás resultó con una amplia concurrencia de todo el país, encabezado por el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca, Gabriel Delgado; el subsecretario de Agricultura, Juan Maceira; la directora de Producción Forestal, Mirta Larrieu y el coordinador del PEA, José Luis Pérez. Por el sector, participaron de la reunión representantes y referentes del sector forestal del ámbito público y privado, quienes tomaron la palabra para compartir el panorama del estado de situación forestal, con las acciones y los programas que se están implementando desde los distintos organismos e instituciones representadas; trasmitiendo inquietudes, realizando propuestas y planteando oportunidades de mejora.

 

“En esta etapa del Plan Estratégico es fundamental un espacio de diálogo entre los diversos sectores con la idea de plasmar las iniciativas que el ministro ha ofrecido”, enfatizó el subsecretario de Agricultura y agregó que “el sector forestal demanda de medidas de largo plazo y nosotros trabajamos para promocionar las industrias del sector, pasando de las metas a las políticas”, enfatizó.

 

En la misma sintonía, la directora de Producción Forestal destacó en la entrevista con ArgentinaForestal.com que este encuentro “es un espacio de intercambio, y esperamos que podamos diseñar mejores políticas foresto-industriales hacia el 2020 en conjunto entre el sector público y privado”.

 

Posteriormente, Jorge Iturriza, facilitador del PEA, realizó una exposición, dando cuenta del trabajo realizado por la mesa desde 2010. Se destacaron los pasos metodológicos del Plan Estratégico: “Visión, Misión, Objetivos, Metas”. A su vez, se expuso la modalidad de trabajo de las mesas sectoriales y una revisión de las metas propuestas para el 2020.

 

Iturriza explicó que la visión del gobierno nacional es “posicionar a la Argentina como un polo foresto-industrial con industrias vinculadas; sustentable, es decir, económicamente competitivo, socialmente responsable, ambientalmente sostenible; con equidad social e integrado a las distintas regiones del país y al mundo, orientado a la producción con alto valor agregado”.

 

Para lograrlo, proponen trabajar sobre ejes estratégicos relacionados a la expansión de la superficie forestal, producción sostenible e incremento de su productividad tanto en cantidad como en calidad de la materia prima; a la promoción y desarrollo de inversiones en la cadena foresto-industrial; a la generación de empleo de calidad; al incremento de valor agregado, producción y productividad foresto-industrial; a desarrollar la demanda interna;  lograr el aumento de exportaciones de todo tipo de productos tendiendo a un mayor valor agregado; fortalecer el desarrollo institucional  sectorial tanto público, estatal como privado; desarrollar los múltiples beneficios socio-económicos de los bosques (servicios ambientales, cuencas de bosques energéticos); e integrar la actividad forestal a otras actividades agropecuarias, entre otros ejes.

 

Fortalezas y debilidades

 

El debate de la Mesa Forestal inició tras el diagnóstico que expuesto por el coordinador del PEA, donde también se refirió a las fortalezas y debilidades del sector.

Argentina aun tiene, entre sus fortalezas para desarrollar la activida, disponibilidad de tierras aptas para la forestación que no compiten con otros usos; condiciones climáticas que permiten el cultivo de las principales especies forestales tradicionales y no tradicionales; altas tasas de crecimiento forestal; posibilidades de complementar con otras actividades agropecuarias (sistemas agroforestales y silvopastoriles); disponibilidad de empresas de servicios forestales en las principales regiones forestales; un marco legal e incentivos económicos y fiscales vigentes (que necesita mejorar en su aplicación); creación de puestos de trabajo; disponibilidad tecnológica para el cultivo forestal (material genético, técnicas de implantación, etcétera); posibilidad de ampliar la demanda interna en el uso de viviendas de madera; bajo costo energético (en la actualidad); posibilidades de diversificar la base forestal.

 

Asimismo, señalaron que el país estaría mejor posicionado “si logra aumentar la diversidad de especies mediante el fortalecimiento de especies que actualmente están siendo plantadas”.

 

Por otra parte, entre las debilidades enunciadas, indicaron que se deberán atender prioritariamente en este sector que: es una actividad con un largo ciclo productivo a comparación de otras actividades agropecuarias; falta desarrollo industrial; aun es bajo consumo interno de madera; falta de capacitación en distintos niveles de la cadena; presenta baja capacidad de gestión empresarial; tiene un bajo grado de integración de la industria; tiene baja eficiencia en el aprovechamiento foresto-industrial; el producto (madera) es muy dependiente del costo del transporte (flete); en algunas regiones, poco desarrollo del transporte ferroviario y fluvial; demanda un mayor desarrollo portuario; presenta problemas fitosanitarios aún por resolver; falta industria de capital intensivo; los inversores extranjeros van donde están los seguros forestales más accesibles; tiene alto costos de flete; pocas líneas de financiamiento para el desarrollo; bajo nivel de distribución energético; hay una falta de conocimiento de los mercados; presenta una falta de comunicación del sector con el público en general; falta de comunicación de buenas prácticas forestales e higiene y seguridad en plantaciones a nivel de productores y Pymes forestales, registra una importante informalidad en el sector, entre otros aspectos identificados.

 

En el informe, además,  analiza las principales restricciones al crecimiento del sector, donde se expone:

  • Falta de industrias de pasta celulosa en las zonas de mayor expansión forestal.
  • El conflicto  por la ex BOTNIA en Uruguay ha resentido las posibilidades de inversiones en celulosa y papel en Argentina.
  • Se requieren mejorar caminos, tren  y puertos (y modificar la Ley de Cabotaje), en particular en la Mesopotamia.
  • La Ley de Tierras podría limitar la expansión de la inversión extranjera en la industria. Las inversiones de tipo capital intensiva (como las de celulosa y papel) requieren una provisión asegurada de madera. Tendencia a la integración vertical, producción primaria e industria.
  • La falta de acceso a créditos importantes (de más de 400 millones de dólares) para la industria nacional, también impiden las inversiones.

 

Finalizando el encuentro, las autoridades de Agricultura convocaron a los representantes forestal a “presentar propuestas políticas” para analizar e incorporar en el Plan y se convino realizar próximas reuniones en mesas locales, regionales y temáticas.

 

Por Patricia Escobar

 

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