Caso Knott: ponen bajo la lupa a las personas con las que el empresario hacía negocios

Una semana después todavía no hay detenidos. Buscan la camioneta en la que huyeron los asesinos en la costa del río Uruguay.

CASA DE KNOTT
Los ladrones llegaron a esta casa, ubicada a 10 cuadras del centro de Montecarlo, poco después de las 16.30 del sábado pasado.

La búsqueda de la camioneta en la que huyeron los asesinos del empresario Héctor Hemult Knott (49) se ha transformado en una obsesión para la Policía. Ahora, el radio de rastrillaje se ha extendido a toda la costa del río Uruguay, ante las sospechas de que los malvivientes alcanzaron esa zona de Misiones horas después del atraco.
“Las dependencias policiales de toda la provincia están alertadas del hecho. Incluso no se dejó de lado la búsqueda en la orilla del Paraná, por ejemplo”, confió uno de los investigadores a Misiones Online.
Por otra parte, sigue el análisis de los elementos secuestrados a fines de la semana pasada en distintos allanamientos hechos en Montecarlo. Hasta ahora no han arrojado indicios de importancia para la causa. Es más, fuentes cercanas al caso indicaron que el foco se ha alejado un poco del círculo más cercano del empresario, para apuntar hacia las personas que hacían negocios con Knott y que pudieron haber tomado contacto con los movimientos de dinero de la víctima.
Sigue en pie, no obstante, la idea de que hubo entregador. También de que los autores del robo son gente de la provincia.
“Tener aún la camioneta encima es una brasa caliente. Por eso no descartamos que se hayan deshecho de ella en algún paraje alejado, que la hayan ocultado en el monte o arrojado por un precipicio. No creemos que la hayan incendiado, porque eso los hubiera delatado”, añadió el detective.
Hay dos grupos de investigadores trabajando en las averiguaciones. Uno rastrilla Montecarlo y alrededores para levantar testimonios a fin de determinar si alguien vio o escuchó algo acerca de los ladrones antes del hecho. Eventualmente, también trata de determinar si alguien dio apoyo a los ladrones. El otro se aboca a la reconstrucción de lo que ocurrió después del golpe, esto incluye la fuga en la camioneta Chevrolet S-10 gris, que todavía no apareció.
A Knott lo mataron el sábado de la semana pasada. Ese día, pasadas las 16.30, tres delincuentes lo sorprendieron cuando salía de su casa con tres parientes para ir a hacer compras. La banda quería dinero y el empresario les entregó entre 20.000 y 25.000 pesos que tenía. Pese a que no quedaron conformes, los malvivientes decidieron irse, pero se llevaron Knott.
Se cree que la víctima se zafó y echó a correr. Fue entonces que uno de los asaltantes le disparó en la espalda a Knott, quien cayó muerto en la parte trasera de su casa.
La gavilla huyó en la camioneta de un primo del empresario. Fue hasta la zona céntrica del pueblo y de allí tomó la ruta 12, tras pasar un semáforo en rojo. Después entró en la ruta 212, que une Caraguatay con San Vicente. Allí le perdieron el rastro.
Llama la atención de los investigadores que los ladrones hayan exigido el monto de dinero que Knott había cobrado por la última carga de cítricos que había vendido. Pero los criminales no tenían el dato de que el empresario había cobrado con un cheque que recién iba a hacer efectivo en septiembre.
Esta es otra arista que indagan los detectives: las personas que conocían de esa transacción comercial y que pudieron haber filtrado el dato.

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