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Un grupo de voluntarios trabaja incansablemente para asistir a la gente que duerme en la calle

Son voluntarios y están activos desde mayo en Posadas. Reparten raciones de comida, ropa y calzados.

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El disparador fue la siguiente reflexión: “¿Y si en vez de quejarnos hacemos algo?”. Y vaya que prendió la idea. Jorge Holabachuk (38) encabeza un grupo de autoconvocados que tiene un objetivo claro: fomentar la solidaridad y ayudar a las personas que se encuentran en situación de calle.
El grupo tiene hoy alrededor de 30 integrantes. Está abierto al que quiera sumarse. De hecho, invitan a que la gente asista. Todos los lunes, miércoles y viernes, a las 21, se reúnen en la plaza 9 de Julio y desde allí salen a repartir porciones de comida, ropa y calzados.
Holabachuk tiene 38 años. Nació en Colonia Liebig, pero desde muy chico vive en la capital de Misiones. En Facebook, eje de la actividad del grupo, se los puede encontrar escribiendo “Posadas en la Calle”. Allí avisan de las donaciones que recibieron, se aportan sugerencias y se avisan las actividades.

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«Esto surgió de la charla con una amiga. Pensamos: ‘Estamos en el 2014 y esto sigue ocurriendo, que la gente se muera de hipotermia. No puede ser’. Entonces concluimos en que no es el frío ni el hambre lo que mata, sino la indiferencia. Solidaridad hay, lo que falta es incentivarla”, cuenta Jorge. Y aclara: “Esto no es algo gubernamental ni religioso. Trabajamos como autoconvocados”.
“Una vez que surgió la idea, nos dijimos: ‘¿Qué hacemos?’ Empezamos con mate cocido y galletas. Fue el primer granito de arena. Ahí decidimos publicar para que se sumara más gente. Ese mismo día más de 100 personas apoyaron la iniciativa.

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De dos que éramos en un comienzo, de repente sumamos muchos más. Al poco tiempo recibimos las primeras donaciones y empezamos con el mate cocido en el microcentro”, detalló.
La movida arrancó en mayo. Y actualmente, tres veces por semana, reparten entre 40 y 50 porciones durante cada recorrida, que incluye, además del microcentro, la zona del mástil de Uruguay y Mitre, Villa Sarita y los alrededores del hospital.
Jorge cuenta que se han encontrado de todo. Recuerda dos casos, en los que creen haber salvado de la muerte a dos personas que dormían en la calle un día de mucho frío. “Uno era un hombre mayor, alcohólico, que estaba totalmente empapado en Villa Sarita, al que tuvimos que llevarlo al hospital. El otro era un hombre que dormía cerca del mástil. Improvisamos una cama abrigada. De repente, esa persona estaba rodeada por 20 prójimos que querían ayudarlo. Se largó a llorar y nos emocionó a todos”, precisó.

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“Aparte de comida, que puede ser desde guiso hasta reviro, entregamos la ropa y los calzados que nos donan. La duda de quienes entregan las cosas es el destino que se le da. De ahí que mostramos en Facebook cómo lo repartimos en ”, agregó Jorge.
El músico cuenta que el acto de ayudar y darle algo de contención al prójimo es muy fuerte. “Hay historias detrás de cada persona. Muchos son genios, que terminaron así porque se fueron entregando a la calle. Qué lindo sería tener una herramienta para recuperar a esa gente”, reflexiona.
“Las personas a las que asistimos reaccionan de distintas maneras. Algunas lloran, porque no pueden creer que alguien se acordó de ellas. Otras cantan o nos bendicen. Es muy fuerte. Esos días dormimos más tranquilos”, aseguró.

Jorge dice que la idea es sumar más gente. Por eso ahora los domingos harán una campaña de concientización en la costanera. “En principio el objetivo es que la gente que está en la calle pase el invierno. Después veremos, porque hay mucho por hacer”, reitera el músico solidario. Lo que empezó como una idea ya tomó cuerpo y se transformó en un fenómeno que difícilmente se detenga.

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