Silvina Luna demandará a Anibal Lotocki por supuesta mala praxis

«Pasé un mal momento», aseguró Silvina Luna en el living de Susana Giménez. Ella estuvo internada en el Hospital Italiano por unos cálculos renales. Pero la raíz de este problema de salud está relacionado, según explicó la modelo, por una sustancia tóxica que le colocaron en sus glúteos.

Todo comenzó cuando ella decidió operarse para mejorar su aspecto físico, en la época que trabajaba como modelo en 2011: «Me colocaron una sustancia de relleno hace tres años como cualquier chica quería un cambio, por querer mejorar, decidí ir a un médico y confié en la palabra de un profesional. Era algo chiquito que no iba a tener riesgos».

Luna se refirió al cirujano misionero Aníbal Lotocki, pero como recibió una carta documento del médico no pudo nombrarlo durante la entrevista. Más allá de esto, aclaró que esta afección en los riñones no fue un problema hereditario, como había señalado Lotocki en los medios: «En 2010 me hice un estudio y tenía mi salud impecable, tenía el calcio perfecto y mis riñones perfectos, no tuve ningún problema hereditario».

Silvina explicó que cuando volvió de cubrir el mundial de Brasil, le dolía la panza y tras hacerse unos estudios le diagnostican que tenía piedras. Además señaló que sufrió una «hipercalcemia», es decir, un exceso de calcio en la sangre.

Luego, agregó que tuvo una «leve insuficiencia renal» y realizó un tratamiento en el Hospital Italiano para que le bajara el calcio en sangre: «El producto (la sustancia tóxica) no migra, pero hace un proceso inflamatorio, genera exceso de vitamina D que provoca un aumento de calcio en la sangre. No va a los riñones, sino que produce piedritas ahí y eso daña».

También manifestó que padeció dolores muy fuertes durante su internación: «Estuve internada. Tenía los dos uréteres con piedritas. Como eran grandes me pusieron unos catéteres para que esas mangueritas se aumenten y puedan salir las piedras. Estuve cinco días con eso, con mucho dolor hasta que me operaron y me sacaron las piedras. También me hicieron un tratamiento con láser. Es doloroso el catéter, me ponían morfina. No podía ni dormir a la noche. Me sacaron las piedras, el calcio se me niveló y mi función renal está casi perfecta. Se dijeron muchas cosas, como que me hice diálisis o necesitaba un trasplante, pero por suerte me agarraron a tiempo. Sigo con controles de ahora en más».

Por otra parte, aseguró que le iniciará acciones legales a Lotocki: «Me hicieron una biopsia, por eso hablo con seguridad y pienso en realizar acciones legales, estoy tranquila y rodeada de mucho amor. Yo soy una enamorada de la vida».

En todo momento, aclaró que si se animó a hablar de este problema es porque quiere dejar un mensaje a otras mujeres para que tengan en cuenta los riesgos que puede causar someterse a un tratamiento de este estilo. «No todo es el cuerpo. No hay que dar ese mensaje. Una cola no tan parada está bien. Hay que ir a ver a varios médicos y es importante que las mamás acompañen a las hijas», finalizó.

 

El mismo Lotocki confesó que no es cirujano plástico, sino cirujano, sin la especialización. Según aseguró, es «cirujano cosmético», una categoría que todavía no está reconocida legalmente como figura en la Argentina.

En 2007, el cirujano plástico Aníbal Lotocki fue denunciado por mala praxis por la muerte de una paciente luego de una lipo.
La joven, de 21 años, se llamaba Romina Vega y  falleció luego de realizarse una lipoaspiración en abdomen, brazos y caderas para un implante de glúteos. La cirugía estética había sido realizada en una sala médica privada de Posadas, donde Lotocki tenía una clínica que también fue denunciada por no tener la habilitación correspondiente. 

 

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