El presidente el IPlyC, Eduardo “Balero” Torres, opinó sobre la situación que la EPET 3 de Oberá, donde el CGE apartó del cargo al director que sancionó a alumnos que están acusados de robar una motocicleta a un compañero. El funcionario dijo que “desde el sentido común”, cree que no se puede dejar de dar un castigo, y que habría que respetar la postura de los padres y directivo de la Institución.
“Me llama la atención lo que está ocurriendo en Oberá, desde el sentido común me parece que tampoco se puede dejar de dar un castigo. También me parece, desde el sentido común, que se sientan eximidos de castigos en esta edad, le puede significar un riesgo a futuro muy grande, porque si esto es anormal y no merece un castigo, me imagino que cuando salgan del colegio. Los chicos dirán: yo hice aquello cuando estaba en la escuela y no me sancionaron, ahora voy a desarmar un auto”, manifestó, al tiempo que remarcó: “Están marcando el futuro de los chicos. Es una opinión muy particular, no tiene que ver con la política”, aclaró Torres.
Asimismo insistió en que “castigarlos por un acto que cometieron es saludable, no solamente para los chicos, sino para la toda la comunidad”.
“Si bien no soy un especialista en educación, me parece que la participación de los padres en la vida de los chicos, que se haya logrado este consenso, esa actitud solidaria con el director, me parece saludable y me parece que había que respetar esa medida que tomaron con el director, con acuerdo de todos los padres”, dijo.
Consideró que en algún momento el Consejo de Educación tendrá que dialogar. “Me parece saludable que un conjunto de padres se ocupen de los problemas de un colegio, si todos hicieran eso la sociedad estaría mejor”, reflexionó finalmente.
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