Por Ramón Agustín Alegre, escritor y periodista.
En su afán de torcerle el brazo a la Argentina, los fondos buitres apelan a diferentes métodos de manipulación. Conocemos información que en los Estados Unidos, han influido económicamente sobre algunos congresistas y, a juzgar por sus conductas, podríamos sospechar también de algún miembro de la justicia de ese país. En nuestro territorio, seguro que los buitres han hecho su trabajo, pero no hay certeza de cuántos argentinos podrían haber sido seducidos por estos especuladores.
Sin embargo, y a pesar de haber conseguido que el juez Thomas Griesa dictara un fallo a su favor, la Argentina sigue adelante con su postura. Es decir, que a ellos les corresponde el mismo beneficio que fueron concedidos al 92,4% de los bonistas que aceptaron el canje. Una posición que tiene como meta de fondo, salvaguardar el bolsillo de los que habitamos este suelo.
Al ver que resulta imposible que nuestro país acceda a sus pretensiones, se inclinaron en redoblar la apuesta. Entonces, estos fondos se encargaron de publicar solicitadas en medios de comunicación que muestran posturas opositoras al gobierno. En esas publicaciones se puede apreciar una clara tendencia a generar confusión en la sociedad, con el fin de lograr que prenda el discurso que ellos quieren que el pueblo argentino crea, y se instale en nuestras mentes como una verdad.
He aquí tres puntos sobresalientes de sus mensajes, que aparecen en las solicitadas.
1-Quieren imponer a toda costa la idea de que Argentina, si no accede antes del 30 julio a sus pretensiones, entrará en default. Una gran mentira, por cierto. Un país entra en default, cuando atraviesa una aguda crisis económica, y no puede hacer frente a sus compromisos internos y externos. Este no es el caso de nuestro país, porque no hay una debacle económica, y cumple en tiempo y forma con todos los compromisos de pago que ha firmado. Es más, la Argentina pagó dentro de los plazos legales en el banco estadounidense que corresponde, el vencimiento de una cuota a los bonistas que se adhirieron al canje. El juez Griesa impide que esa entidad financiera distribuya a sus dueños el dinero, pero el depósito está hecho y el banco es el responsable de que llegue a sus legítimos dueños. Eso es lo que los fondos buitres no querían que suceda, porque se les cae el justificativo para decir que Argentina está en cesación de pago. Por lo tanto, no repitamos lo que ellos quieren escuchar, que es que nuestro país caería o está en default.
2-Se meten de lleno en la política nacional. En una de las solicitadas, dan a conocer el nombre de dos políticos de la oposición y uno del oficialismo, que les gustaría que gane la elección a presidente en el 2015 porque, con cualquiera de ellos, es más fácil negociar. Sin dudas, lo que buscan publicando esos nombres, es que el gobierno reaccione en contra de tales políticos. De esa forma conseguirían instalar una confrontación interna, y así debilitar el fuerte rechazo social que hay sobre la forma que actúan. En otras palabras, tratan de dividir para reinar.
3-Buscan generar un marco de desconfianza, para que luego se transforme en incertidumbre económica. Así es como aspiran a que, tanto los capitales internos como los externos, se abstengan temporalmente de hacer inversiones. Si lo logran, podrán vender la imagen de un país en problemas, condiciones que les favorece para apropiarse de parte de nuestros recursos naturales y energéticos.
Si dentro del país no se instala este falso mensaje de default que nos quieren endilgar, la Argentina habrá ganado una importante batalla a estos fondos especulativos. Seguro que, como lo vienen haciendo desde hace años, tratarán de embargar algún bien del país, pero con resultados negativos como los casi cien intentos que ya llevan hecho hasta ahora.
Lo importante es que todos los argentinos, o al menos una amplia mayoría, hagamos fuerza en aras del interés nacional. Cuando lleguemos al 2015, año en que prescribe la cláusula RUFO, podremos decidir con mayor tranquilidad que se hace con esos bonistas que no entraron al canje. Mientras tanto, no le hagamos el juego a los fondos buitres diciendo que Argentina puede entrar, o está en default.
