Testigos coincidieron en que Guirula fue golpeado bastante dentro del motel y que de allí salió esposado

Una mucama del motel dijo que vio al albañil “quietito” y rodeado de policías. Las dos prostitutas y un empleado de seguridad del albergue declararon que el trabajador recibió muchos golpes en el playón y que al reducirlo le colocaron las esposas.

Cuatro testigos declararon el martes en el marco de la investigación por el crimen del albañil Carlos Raúl Guirula (30), muerto a golpes luego de que la Policía lo detuviera por un incidente en un motel posadeño. Fuentes judiciales confirmaron que todas coincidieron en que el hombre ya había sido controlado por los uniformados dentro del albergue transitorio y tres dijeron incluso que ahí adentro lo golpearon bastante.
Guirula murió la madrugada del sábado pasado. Cuando lo bajaron en la comisaría XIII del barrio Guazupí ya estaba sin vida. La autopsia determinó que le habían aplastado el tórax a patadas, que le estalló el bajo y que la hemorragia que sufrió le hizo colapsar un pulmón.
El martes, entre las 17.30 y las 23, declararon cuatro testigos: una mucama y un empleado de seguridad del motel y las dos prostitutas que Guirula y dos amigos habían llevado al albergue transitorio.
Quienes tomaron las testimoniales fueron el juez de Instrucción Uno, Marcelo Cardozo; y su secretario Juan Ramón Acosta.

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La primera en comparecer fue la mucama. Ella ratificó que el albañil discutió con un conserje por el gasto en bebida que querían cobrarle. También admitió que fue quien llamó a la Policía cuando el entredicho subió de tono y Guirula empezó a lanzar insultos.
Recordó que la víctima estaba exaltada y seguía nerviosa cuando llegaron los uniformados.
Dijo que, más tarde, vio en el interior del albergue transitorio al albañil “quietito” y rodeado de policías. Aclaró que no puedo ver si estaba esposado o no.
Las prostitutas primero estuvieron reacias a declarar cuando las citaron. Sin embargo, desde el juzgado habían adelantado que si no iban se enviaría a la Policía a buscarlas. Por eso finalmente aparecieron.
Tanto ellas, como el testigo restante, detallaron que a la víctima la golpearon bastante ya en el playón del motel. Tras los golpes, lo redujeron y esposaron, coincidieron los tres.
Una vez fuera del albergue, se habría desencadenado otra paliza, que finalmente llevó a la muerte al demorado. Guirula llegó sin vida a la comisaría XIII. Según la autopsia, agonizó entre cinco y ocho minutos.
El empleado de seguridad del motel agregó que para él no era tenaz la resistencia que oponía el albañil y que le parecía desmedida la actitud de los uniformados. Habría comprometido seriamente a la oficial a cargo del operativo, Lourdes Beatriz Tabárez.
Este miércoles por la tarde fueron convocados a declarar otra mucama, los dos amigos con los que Guirula fue al motel y el conserje con el que discutió el albañil. Este último fue el primero en entrar a declarar.
Después de las 18 fue el turno de Víctor Do Nacimiento, uno de los amigos del albañil. Es el dueño del auto con el que el trío llegó al motel con las prostitutas (que trabajan cerca del albergue transitorio) y también quien habría terminado pagando la cuenta que Guirula objetó por considerarla exagerada.

Nueve imputados siguen presos

Hay once policías imputados por el crimen: nueve por la muerte del trabajador de la construcción y dos por supuesto. Sólo tres se abstuvieron a declarar. De todos modos pueden hacerlo en cualquier momento de la instrucción.
El martes, el juez Cardozo ordenó la liberación del oficial Javier Olmedo y del suboficial mayor José Veloso, que están imputados por “encubrimiento”. Quedaron en libertad, pero continúan supeditados a la causa.
Los dos uniformados trabajan en la comisaría XIII del barrio Guazupí y estaban de guardia la madrugada del homicidio. Sin embargo, no participaron del operativo que le costó la vida a Guirula. No obstante, los acusan de encubrir a quienes sí detuvieron y golpearon de manera letal al albañil y que luego lavaron el patrullero en el que trasladaron a la víctima para borrar la evidencia.
Mañana declararán presos que estaban esa madrugada en la XIII. Su relato apunta a determinar si la camioneta policial fue lavada por los imputados para borrar pruebas luego de que se constatara la muerte del demorado. Algunos de ellos declararon haber escuchado a los uniformados baldeando el patrullero la madrugada del homicidio.
La ronda de declaraciones se extenderá hasta el jueves.
Hasta el momento hay un detalle que desvela a los investigadores: qué pasó con la billetera de Guirula. Contenía el dinero que había ganado en la semana y su DNI. Estos elementos nunca aparecieron.

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