Crimen policial: empieza este miércoles la indagatoria a los sospechosos y de los detenidos la más comprometida es una oficial de la comisaría XIII

Es en cuyo uniforme encontraron escondido el celular de Carlos Raúl Guirula (30). Hay versiones que indican que ella fue una de las que golpeó al albañil y que también participó de la decisión de lavar el patrullero donde habría ocurrido la salvaje agresión.

A partir de este miércoles está previsto que empiecen a indagar a los once policías detenidos por el asesinato del albañil Carlos Raúl Guirula (30), muerto a golpes el sábado por la madrugada luego de que lo demoraran en un motel de Andresito y Santa Catalina.
Del grupo de uniformados, que están alojados en distintas dependencias de la fuerza de seguridad, seis son los más comprometidos, porque son los que estuvieron en el vehículo que trasladó a la víctima desde el albergue transitorio hasta la comisaría XIII, adonde llegó sin vida. En ese viaje, precisamente, es donde recibió una paliza brutal que acabó con su existencia.
Y de entre ese grupo de comprometidos, a su vez, quien asoma como la que enfrentará el escenario más oscuro es la oficial que estaba a cargo de la patrulla de la seccional XIII. Según fuentes cercanas a la investigación, ella habría sido una de las que golpeó al demorado. Además es en cuyo uniforme apareció escondido el celular de Guirula. También habría avalado la decisión de limpiar la caja de la camioneta donde todo indica que golpearon al albañil hasta matarlo.
Los sospechosos tienen el derecho de abstenerse de declarar. Se estima que desde las 7 comenzarán a desfilar por el juzgado de Instrucción Uno, a cargo de Marcelo Cardozo.
Quien ayer se refirió al caso fue el jefe de la Policía provincial, el comisario mayor Jorge Munaretto. “Más allá de lo que determine la Justicia, en el orden interno y administrativo también investigaremos hasta las últimas consecuencias, a fin de determinar los grados de responsabilidad que le caben a cada uno de los involucrados directa e indirectamente en este lamentable hecho”, sostuvo.

“No era violento”
Guirula había nacido en Apóstoles, pero desde los 15 años vivía en Posadas. Su padre aún reside allí. Su Madre, como él, decidió radicarse en la capital provincial. Esta mañana su hermana María del Carmen habló con LT 4. Reiteró que no se trataba de una persona violenta y que confía en el accionar de la Justicia.
“Sé que violento no estuvo esa noche. El amigo dijo que estaba tranquilo, que simplemente hubo un intercambio de palabras con el conserje del motel y que ya se había solucionado el pago de una botella de whisky que le reclamaban a mi hermano. Es más, ya se estaban retirando del motel. Ya estaba todo solucionado”, contó la mujer.
Sobre lo que pasó después, añadió: “Nadie nos llamó para decirnos que estaba muerto. Mi mamá, a las 11 de la mañana, lo estaba buscando como preso, no como muerto. Porque el amigo le contó a la señora que lo habían llevado detenido”.
“Hago hincapié en nueve de los policías porque son los que tuvieron contacto físico con mi hermano. Todos actuaron para bajarlo del auto a Carlos, cuando él ya se estaba yendo del lugar”, sostuvo.
También confirmó que hasta el momento no apareció la billetera de la víctima. “Estamos esperando que el juez (Marcelo Cardozo) nos llame y dé todas las explicaciones necesarias. Hasta ahora nadie ofreció apoyo psicológico para los familiares directos”, remarcó.
“Mi hermano dejó cuatro chicos, él tenía 30 años. Su cumpleaños fue el 19 de enero. Con mi cuñada tenían tres hijos en común y uno que es solo de ella. Hacía trece años que estaban juntos”, precisó.
María del Carmen afirmó: “Nunca supe de problemas previos de Carlos con la Policía. Tienen todo servido, supongo que la Justicia tiene que hacer una buena conclusión, la autopsia habla, hablan los testigos. Para nosotros ya está todo más que claro, todo dicho. A mi hermano lo matan de una golpiza cuando ya estaba esposado y participaron nueve policías. Yo confío en la Justicia, confío en este juez y en que va a hacer las cosas bien”.
“Los chicos entienden que su papá falleció y que la Policía lo mató. No le podemos mentir que murió en un accidente. Ellos tienen que saber la verdad”, sentenció.

En el barrio quieren justicia
“Nosotros queremos justicia. No puede ser que a un vecino tan bueno le hayan hecho eso”. Francisca Segovia vive en el barrio Giovinazzo, el mismo vecindario de la zona de San Isidro al que pertenecía Guirula.
“No tenemos ninguna queja de él, era un excelente ciudadano, trabajador. Al igual que él nosotros estamos en este barrio desde 2009 y nunca tuvo algún problema. Quiero desmentir versiones que indican que era un borrachín y esas cosas. Consumía socialmente como cualquier persona, nada más”, remarcó Segovia en contacto con Misiones Online.
También habló sobre la viuda de Guirula, Nora Acosta (37): “Ella quedó muy mal, con sus cuatro chicos. Tratamos de ayudarla y nos pusimos a disposición para lo que necesite”.
Reiteró que el albañil “nunca se metió con nadie en el barrio” y que “nada justifica lo que hicieron”.

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