Crimen de los policías: aún no apareció la billetera de la víctima y estiman que los detenidos serán indagados entre el martes y el miércoles

Seis de los sospechosos son los más comprometidos. Es el grupo que trasladó al detenido desde el motel hasta la comisaría XIII. En el uniforme de una oficial encontraron el celular de Carlos Raúl Guirula (33).

Seis de los nueve policías detenidos por la violenta detención y el posterior homicidio de Carlos Raúl Guirula (33) son los más comprometidos por los indicios que recabó hasta el momento el juez de Instrucción Uno, Marcelo Cardozo. Entre el martes y el miércoles, serán indagados por el magistrado. Por estas horas están alojados en distintas dependencias de la fuerza en Posadas.
El sábado, hasta entrada la noche, los detectives de la Secretaría de Apoyo para las Investigaciones Complejas terminaron la exhaustiva tarea de revisar cuatro móviles policiales y las instalaciones de la comisaría Décimo tercera de la chacra 241, adonde la víctima llegó sin vida. En un armario donde los uniformados guardan sus pertenencias, oculto en el uniforme de una oficial detenida por el hecho, encontraron el teléfono celular de la víctima. Esa oficial, sus dos compañeros de patrulla y otros tres efectivos del Comando Radioeléctrico que subieron al móvil de la seccional XIII son los más comprometidos, porque ellos fueron los últimos en tener en contacto con Guirula.
Fuentes cercanas al caso indicaron que el elemento que todavía no apareció es la billetera del fallecido. Trascendió que el juez Cardozo habría ordenado una serie de allanamientos para dar con él.
Los investigadores están sorprendidos por la saña con la que golpearon a Guirula, se presume que en el trayecto comprendido entre el motel Park (Santa Catalina y Andresito) y la comisaría del barrio Guazupí. El cuerpo del hombre tenía marcas de puños y borceguíes. Según los forenses, también evidenciaba signos de arrastramiento.
Girula resultó con aplastamiento de tórax, hemorragia interna, estallido de bazo y lesiones letales en un pulmón.
Las fuentes indicaron que los dos amigos y las dos chicas con las que Guirula había ido al motel en la madrugada del sábado ya prestaron declaración. Todos dijeron que la última vez que vieron a su conocido, este se encontraba sobre el patrullero de la comisaría XIII, ya reducido. Coincidieron en que el hombre, de 1,88 metros y 100 kilogramos, se encontraba en estado de ebriedad. También dieron detalles del operativo policial: contaron que Guirula no quería pagar un whisky de 104 pesos que el conserje del motel quería cobrarle y que esto desató una discusión. Asimismo, que fue el conserje que el que llamó a la comisaría. Hasta ahí lo que sabían.
Ahora Cardozo debe establecer qué roles tuvieron los seis policías que llevaron al detenido: quién o quiénes lo golpearon y cuáles oficiaron de cómplices.
Ya el sábado se determinó que la camioneta en la que llevaron a la víctima había sido lavada para borrar los rastros de sangre que presentaba.
Además de los seis uniformados que intervinieron directamente en el operativo, otros tres terminaron entre rejas por presunto encubrimiento.
Para los detectives, el caso está esclarecido. Pero resta determinar la secuencia brutal que le costó la vida a Girula.

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