Los pueblos originarios tuvieron su espacio en el festival Oberá en Cortos

 

Miembros de la comunidad Mbya Guaraní de Sao Miguel das Missões (Río Grande do Sul) presentaron dos proyecciones de documentales, donde mostraron la vida cotidiana y creencias de los pueblos originarios. “Busco sacar los prejuicios que hay con nuestra comunidad, nuestra propia realidad, tenemos problemas como todos, no estamos aislados del mundo”, indicó el director Ariel Ortega. Son los primeros indígenas que muestran su propia realidad.

 

Ariel es nacido en Misiones, su abuelo es un emblema en la comunidad de Tamanduá (25 de Mayo), a los 15 años se fue a vivir a Sao Miguel des Missões junto a su familia. Allí, gracias a un proyecto logró comprar dos cámaras para aprender a grabar. Durante un largo tiempo estudió, junto a otro miembro de la comunidad, a cómo utilizar la cámara y realizar la edición de los videos.

“Lo que hacemos es mostrar tal cual somos, cómo vivimos y las costumbres que tenemos a modo de documental con nuestra propia mirada. Los documentales de los blancos tienen una mirada muy romántica de nuestra forma de vida. Por eso quise mostrar la realidad nuestra que tomamos cerveza, escuchamos música, tenemos celular y no porque hacemos lo que hacen todos, dejamos de ser Guaraníes. Quiero sacar todos los perjuicios que existen sobre nosotros” destacó Ariel, quien junto a Vherá Poty y Kuaray Poty son los primeros realizadores de una comunidad aborigen en realizar un documental.

Además Ariel contó que en un principio costó convencer a los demás integrantes de la comunidad para realizar los documentales, “no fue sencillo porque ocurre que para los blancos somos un negocio, van a la comunidad a filmar y no vuelven más a mostrar lo que hicieron. Eso molesta, porque hacen su plata mostrando nuestra realidad”.

En este sentido, Ortega contó que por ley, en Brasil, parte de lo comercializado con los documentales, va destinado a las comunidades que participaron de los mismos.

“Mbya Mirim” es el nombre del documental, protagonizado por dos niños que muestran desde su inocencia, cómo viven en su comunidad, cuando van a la escuela, cuando trabajan junto a los mayores y otras actividades. También tiene un fuerte mensaje contra los blancos, que talan los árboles que dan alimento para las comunidades.

El documental fue premiado y presentado en festivales de New York, Ginebra y la facultad autónoma de Barcelona.

Ariel contó que tiene otros cuatro documentales y tiene proyectos a futuro, “queremos hacer ficción y otro film sobre la visión de la comunidad sobre la creación del mundo, sería una muy buena proyección”.

 

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