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Apostador se encadenó frente al casino de Apóstoles porque no le quieren pagar un premio de 277 mil pesos

Dice que ganó ese monto en una máquina tragamonedas y que la casa de juegos le jura que fue un «error».

Es una situación que ya tomó repercusión nacional. Un vecino de la colonia de Apóstoles, llamado Miguel Angel Pezuk, decidió encadenarse frente al Casino de Apóstoles enojado porque dice haber ganado 277 mil pesos en una máquina tragamonedas y la casa de juegos no quiere pagarle.

encadenado

Todo comenzó el viernes pasado, a las 22, cuando la máquina le dio ganador al hombre. Esa noche,el jefe de sala y el gerente de la casa de juegos les habrían dicho de malas maneras que ese premio no se puede pagar debido a que la máquina no paga esos valores, y que se debía a “un error”.
El denunciante exigió que “me paguen mi plata, si la máquina funciona mal que le reclamen al ingeniero que la construyó, voy a ir hasta las últimas consecuencias”.
Este lunes el hombre, con la ayuda de amigos, decidió encadenarse frente al casino “en repudio por los malos tratos que tienen los jugadores dentro del casino”.
«Es una de las máquinas tragamonedas nuevas, donde se pueden hacer jugadas de hasta 100 pesos. Yo estaba haciendo de a 50″, contó el hombre a Radio Libertad.
Con cadenas alrededor de su cuerpo, Pezuk contó a los medios de prensa que su abogada, María Teresa Espinosa está llevando adelante la causa.
“Estoy reclamando 277 mil pesos que había salido en la pantalla. Cuando sale ese monto, la máquina se apaga. Entonces le pido a los empleados del casi que aparecieron que no tocaran nada. A las dos horas, se hizo presente el gerente con el argumento del error», añadió el apostador.
El hombre acudió a un escribano, «que labró un acta, pero el gerente no quiso firmar».
Expresó que con esta situación “nunca más pienso pisar este casino”.
Contó que habló con abogados y que le dijeron que la casa de juegos de Apóstoles debe pagar el premio.
“Todo el mundo me está diciendo que le meta para adelante y que no baje los brazos porque cuando uno viene acá y pierde se tiene que ir también con los brazos caídos. Hoy me tocó a mí, y yo estoy reclamando que me paguen. El daño moral que me hicieron acá creo que con plata no se va a reparar así nomás”, indicó.
Este martes, Miguel volvió a manifestarse. Dijo que decidió avanzar en la protesta porque se siente desilusionado («pichado») y pese a que por desatender el trabajo en su chacra animales ajenos entraron al predio y mataron todos su patos y gansos.

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