Protesta volvió a paralizar al Mercado Central y productores salieron a vender a la ruta

Estibadores reclaman blanqueo y un aumento en sus jornales. Afirman que operadores y administradores están incumpliendo un acuerdo firmado el año pasado. Colonos están perdiendo hortalizas cuya producción les demandó hasta tres meses de labor y no descartan cortar la ruta. Hoy habrá una audiencia en el ministerio de Trabajo de la Provincia.

Un grupo de estibadores que trabajan en el Mercado Central y responden a la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) volvieron a impedir el acceso de camiones con mercadería al lugar. Aseguran que los puesteros, que son quienes los contratan, y la administración del mercado, no cumplieron con un arreglo acordado a fines del año pasado, según el cual la tarifa por bulto cargado o descargado debería aumentar a dos pesos y todos los operarios deberían  ser blanqueados.

Desde la administración del mercado consideraron abusivo el accionar de los manifestantes y aseveraron que la continuidad laboral de mucha gente corre riesgo por los constantes cortes que impiden el funcionamiento del establecimiento comercial. Esta mañana habrá una audiencia en el ministerio de Trabajo de la Provincia para la que están convocadas todas las partes implicadas.

En el medio del fuego cruzado, los productores que habitualmente venden lo producido en sus chacras en el Mercado Central, se vieron nuevamente impedidos de descargar su mercadería y optaron por apostarse al costado de la ruta para poder comercializar al menos una parte de su mercadería. En tanto que algunos operadores, alquilaron o compraron galpones para poder continuar trabajando fuera de la estructura del Mercado.

Los changarines ya habían interrumpido el acceso al mercado el viernes último pero debieron desalojar el lugar por una orden judicial. Ayer retomaron la protesta, pero esta vez en solidaridad con una medida de fuerza del gremio ATE en reclamo por las condiciones laborales de los empleados que trabajan en la administración del mercado.

Alejandro Fidela, representante de la CTA en el Mercado Central recordó que en octubre del año pasado se firmó un acuerdo en el que tanto operadores y la administración del Mercado, cuanto los estibadores, habían asumido una serie de compromisos. “Nosotros cumplimos nuestra parte, que era hacernos monotributistas y tener seguro. Pero la administración y los empresarios, no. Habíamos acordado el aumento a dos pesos de la tarifa que se cobra por bulto cargado, un lugar propio dentro del Mercado y el blanqueo de trabajadores, nada de eso pasó todavía”, dijo.

Indicó que realizaron una asamblea el jueves para hablar de esos temas y resolvieron tomar el lugar, lo que ocurrió el viernes. “Entonces el juez Marcelo Cardozo ordenó que desalojáramos. Acatamos la orden, pese a que nosotros hacemos uso de nuestro derecho a huelga. En la jornada de hoy (por ayer) nos sumamos al paro de ATE. Decidimos, con distintos sectores, reclamar en bloque. Acá, por ejemplo, están también los de la CTA y los desocupados de la CCC”, explicó.

Además cuestionó al ministerio de Trabajo, porque consideró que desde el último acuerdo pasaron muchos meses y no se convocó a una mesa de diálogo.

Situación de riesgo

Por su parte, directivos y un grupo de empleados empleados del Mercado Central manifestaron, a través de una carta su preocupación por  lo que entienden es una protesta que podría terminar perjudicando seriamente la continuidad del centro comercial. “No estamos de acuerdo con los cortes realizados por ATE y la CTA. El mercado central subsiste y se mantiene con el cobro de alquileres a los operadores que día a día realizan sus ventas en el mismo. Esta constante situación de cortes y más cortes, hace que estos últimos no puedan operar y realizar sus ventas, por lo que se pone en riesgo el pago de los alquileres y como consecuencia de esto también se pone en riesgo el pago de sueldos de toda esta cantidad de compañeros”, señalaron.

En la misiva, afirman que quienes fogonean las medidas de fuerza no son más de diez a quienes cuestionan por no reconocer “el esfuerzo que viene haciendo el presidente del Mercado así como el Directorio en lo que respecta a composición salarial, dando aumentos que casi llegan al 30 por ciento en estos últimos 14 meses, por lo que entendemos que las medidas tomadas son arbitrarias, infundadas y sin sustento legal”.

Tres meses de trabajo en riesgo

En medio de los dimes y diretes que involucran a funcionarios, empresarios y gremialistas, hay alrededor de ochenta colonos que están perdiendo dinero porque no pueden comercializar la producción que con tanto empeño obtuvieron trabajando la tierra.

Uno de ellos es Fabián Ortiz, oriundo de Corpus, quien estimó que cada uno de los colonos está resignando entre 2.000 y 2.500 pesos por día ante la imposibilidad de vender al Mercado Central. “Hoy vinimos confiados en que el mercado iba a funcionar pero nos encontramos de nuevo con que nos impiden entrar. Estamos perdiendo productos que nos costaron dos o tres meses de laburo”, señaló indignado.

Ante la imposibilidad de dejar su producto en el mercado, la mayoría de los productores optó por apostarse sobre la ruta con sus camiones y vender directamente al público, pero advierten que con esa modalidad minorista y sin cámaras de frío, solo alcanzarán a vender una pequeña parte de lo producido y el resto se echaría a perder. “Tenemos grandes cantidades de lechuga, cebollita, repollo, acelga y perejil para vender, todas cosas que  duran muy poco”, explicó.

Indicó que, de no llegar a una solución inmediata, analizarán la posibilidad de cortar la ruta.

 

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