Caso Krohn: las razones de una extensísima instrucción y de por qué el absuelto no puede demandar al Estado

La investigación duró cinco años por los innumerables planteos que trabaron los defensores de los imputados. El expediente llegó incluso al Superior Tribunal de Justicia. El agricultor no puede reclamar un resarcimiento porque lo absolvieron por el beneficio de la duda; es decir, no se trató de errores en la investigación. Sobre el hombre hubo sospechas todo el tiempo, pero esos indicios no tenían el peso suficiente para una condena.

absuelto

Federico Krohn (47), integrante de una familia de agricultores conocida del kilómetro 18 de la ruta 14, en Oberá, pasó preso seis años como presunto instigador del crimen de un albañil que le estaba construyendo la casa en General Alvear. El jueves, lo absolvieron y de inmediato empezaron a circular rumores acerca de la posibilidad que tendría el hombre de demandar al Estado por el tiempo que pasó entre rejas. Incluso algunos penalistas posadeños, sin conocer a fondo la causa, se aventuraron a tal hipótesis. Sin embargo, fuentes del Tribunal Penal de Oberá rechazaron tal idea y aseguraron que no sería viable una presentación en ese sentido. Por una razón clave: el hombre fue absuelto por el “beneficio de la duda”. Es decir que existieron elementos en su contra, pero que no tenían el peso suficiente para una condena. O sea, fue siempre sospechoso, aunque no hubo elementos contundentes como para declararlo culpable. No existió error procesal ni mala investigación, argumentan.
Diferente hubiera sido el escenario si lo absolvían de culpa y cargo o que a lo largo del debate oral y público hubieran salido a la luz gruesos errores en la investigación. No pasó nada de esto durante los dos días que duró el debate.
Las fuentes también precisaron por qué demoró tanto el caso para llegar a la instancia de juicio. Dicen que en gran medida fue por la batería de presentaciones que presentó la defensa de Krohn. Apeló el auto de procesamiento, la calificación del caso, el rechazo a la excarcelación y también la elevación a juicio. También el letrado que asistía al otro acusado que tenía el caso, Ricardo Fabián Juonassors (35), trabó algunos planteos, como el recurso de queja ante el Superior Tribunal de Justicia por un pedido que le había sido denegado. Esa acción hizo que el expediente pasara más de un año en el STJ. Por todo esto, la instrucción de la causa se extendió desde 2008 y 2013. Un tiempo récord, por lo extenso. En el medio, la jueza del caso, Alba Kunzmann de Gauchat, pidió la inhibición, porque consideró que los defensores de Krohn se estaban ensañando con ella.

 

Condena por una causa anexa

Asimismo, la causa madre tuvo una anexa, que se inició por el testimonio en el que Lidia Stelter, viuda del albañil asesinado, mintió al declarar que su marido había dicho antes de morir que Krohn lo había mandado a matar. La mujer fue procesada y luego condenada a un año de prisión en suspenso por falso testimonio. La sentencia se dio tras un juicio abreviado, homologado por el mismo Tribunal que este jueves absolvió a Krohn.
En el expediente por el homicidio se determinó que el presunto instigador se reunió con el albañil José Francisco Cabrera (53), días antes del asesinato para negociar sobre un pedido de dinero que el trabajador de la construcción había hecho por una lesión laboral que había sufrido. Cabrera quería 2.500 pesos para tratarse de una lastimadura que aseguró haber sufrido trabajando en la construcción de la casa que el agricultor estaba levantando en Alvear. Un testigo de ese encuentro declaró que si bien cada uno se mantuvo en posturas diferentes, no hubo malos tratos.
La causa también consta de que en una ocasión Krohn, también antes del homicidio, denunció por amenazas al albañil.
Sin dudas que fue una investigación compleja. El otro acusado, Juonassors, que se desempeñaba como remisero, confesó que fue él quien le disparó dos veces con un revólver calibre 38 a Cabrera. Dijo que fue en medio de una discusión y posterior pelea que ambos habían tenido por una vieja deuda de 1.500 pesos que el albañil tenía con el chofer de remises.
El crimen sucedió la noche del 23 de noviembre de 2008 en el barrio Villa Schuster de Oberá. Cabrera recibió dos tiros a la altura del estómago y murió al ser ingresado al hospital Samic.
Juonassors aseguró que jaló del gatillo durante el enfrentamiento. Y que ese día había tenido un altercado con su conocido porque estaba cansado de que no le pagara. Cabrera le habría dicho que recién saldaría la deuda cuando cobrara por el accidente laboral que había sufrido trabajando para Krohn.
El autor confeso nunca mencionó al supuesto instigador en ninguna de sus declaraciones judiciales. Y, aclaran las fuentes, tuvo media docena de posibilidades de hacerlo.
El expediente entró para juicio este año al Tribunal Penal de Oberá. La intención de los camaristas era que el debate se hiciera entre mayo y junio, pero el último de los planteos de la defensa de Krohn, empujó a una nueva postergación. Finalmente se concretó antes de la feria judicial de invierno, que empieza el lunes próximo.
El subsecretario de Seguridad y Justicia de la provincia, Julio Lenzken, también se refirió al caso. Explicó que «sólo corresponde el resarcimiento que prevé la ley cuando hay un error del Estado».
Y en este episodio, «si hubo elementos que llevaron a un juez a vincularlo al estado correspondiente (imputación, procesamiento y juicio), no hay derecho a compensación».
De todos modos, Lenzken consideró que se trató de una causa «rara, que no fue normal».

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