200 de ellas perdieron la casa con la creciente. El río llegó a medir 23 metros en el punto máximo de la inundación. Los caminos vecinales quedaron intransitables.
Los números que dejó la inundación en El Soberbio preocupan y causan una profunda sensación de tristeza. El Uruguay llegó a medir 23 metros en la localidad fronteriza con el Brasil. Fue el fin de semana, cuando la crecida llegó a su piso histórico. Tres de los barrios más populosos y humildes fueron los más afectados. Ahora empieza el camino de la reconstrucción y también de la prevención, porque esta situación puede volver a repetirse, en seis meses o en 30 años, depende de los avatares del cambiante clima.
Ahora el río se ubica entre los 10 y los 11 metros, siempre con la tendencia descendente. Alrededor de 500 familias fueron las afectadas, de las cuales 200 quedaron sin casa, porque la correntada la dejó inutilizada o directamente se la llevó.
Desde la Intendencia estiman que unos 400 grupos familiares tienen que ser relocalizados y allí radica otro desafío, porque la comuna no tiene tierras disponibles para las reubicaciones. Sin embargo, se sabe que el Iprodha ya está trabajando en el tema. Precisamente la intervención del Instituto de Viviendas frenó la intentona de un grupo de 100 familias de usurpar una propiedad privada el lunes. Pasa que el organismo y el intendente Juan Carlos Pereira, prometieron trabajar para adquirir parte de esos lotes, a fin de que esa gente tuviera donde asentarse. En las afueras del pueblo hay otros terrenos disponibles para la compra, indicaron desde la comuna.
Los barrios Unión, Chivilicoy y Maracaná, ubicados frente al Uruguay, fueron los más afectados. En su mayoría presentaba construcciones de madera, que terminaron con agua hasta el techo. Con el sol radiante del martes, el panorama era desolador en estos vecindarios: por acción del río, hubo viviendas que quedaron montadas sobre otras.
El 80% de la población de El Soberbio es de escasos recursos y reside en construcciones precarias, sumamente vulnerables.
La toma de agua quedó completamente inundada y estiman que por otros cinco días más El Soberbio carecerá del servicio de abastecimiento del líquido vital. Por eso es importante la donación de agua mineral, que junto con la leche, los medicamentos y los alimentos son los productos que más se necesitan.
El intendente Pereira pidió a la gente que no vuelva de inmediato a su casa cuando baje el río. Quiere encarar primero un trabajo de limpieza, desinfección y fumigación, para que no esté en riesgo la salud de los vecinos.
Otro drama de la inundación es el daño letal a los caminos vecinales. El agua hizo colapsar 26 alcantarillas y dejó las vías de circulación intransitables. Ahora le toca a la Municipalidad y a Vialidad un trabajo descomunal, que está en marcha hace días y que se hace con la amenaza de las nuevas lluvias que se pronostican para la región en los próximos días.
Fotos: gentileza Pablo Rodríguez Merkel
