Se trata del asentamiento más grande de la ciudad, que alberga a alrededor de 800 familias. Afirman que no pueden avanzar con proyectos de urbanización si no se define el problema.
La chacra 181 de Posadas alberga a alrededor de 800 familias. La mayoría está allí desde 1983, año en que una de las mayores inundaciones que se recuerden afectó a la franja costera de la capital provincial. Desde hace un tiempo, la Subsecretaría de Tierras y Colonización de la provincia viene manteniendo contactos con los pobladores para la regularización de esos terrenos, que pertenecen al Ejército Argentino. Ahora, los vecinos quieren acelerar el trámite, porque aspiran a uno de sus mayores anhelos: la urbanización del emblemático asentamiento.
“Hoy por hoy el barrio ha dejado de ser noticia. Está tranquilo, salvo por la presencia de algunos pocos adolescentes indisciplinados que generan inconvenientes. Pero, como sabemos, ellos no tienen la culpa, porque a portarse en la calle se aprende en la casa”. El que habla es Darío Barreto, ex presidente de la comisión vecinal y conocedor de todas las problemáticas del vecindario.
La cantidad de familias llegaba a los mil en la 181, pero más de 150 fueron reasentadas en el paraje San Isidro por la Entidad Binacional Yacyretá. “Se trata de aquellos que venían de otros sitios ribereños y que habían sido censados por la EBY. Esta situación hizo que aliviara la situación en cuanto a espacios en el barrio”, sostiene Barreto.
El trámite para la regularización de los terrenos es engorroso porque primero el Estado nacional tiene que transferírselos a la Provincia y esta, a su vez, luego de la mensura correspondiente, cederlos a los vecinos. Este proceso lleva mucho tiempo.
“Para ejecutar los proyectos de urbanización es necesario ese paso. Hoy se pueden solucionar problemas como el de las calles u otros de infraestructura, pero no el mencionado, porque los vecinos deben ser dueños de sus tierras. Reconocemos el trabajo que ha hecho hasta aquí, pero creemos que es necesario agilizar el trámite”, añadió Barreto, que formó parte de la comisión vecinal anterior, que gestionó muchas mejoras para el barrio.
“En cuanto a salud, tenemos el Caps sobre la avenida San Martín, que incluye desde atención pediátrica hasta odontológica. La mayoría de las familias asiste allí y el servicio es muy bueno. En cuanto a educación, tampoco nos podemos quejar, porque la Escuela primaria 645 está a pocas cuadras y ha sido siempre la que albergó a los chicos del barrio. Y también contamos en el mismo predio de un secundario, el CEP 20. Sabemos que la situación ha mejorado muchísimo en los últimos años, por eso apuntamos a la regularización de la tenencia de la tierra como el principal objetivo”, reiteró.
