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La ayuda llega en bote o por aire en varias de las zonas más inundadas

El Soberbio, junto a Alba Posse forman parte de la zona más afectada por la creciente del río Uruguay. El alcalde de la segunda ciudad, Nelson Carvalho, señaló “hay más de 200 familias evacuadas en distintos lugares: iglesias, el hospital, escuelas. Tenemos seis asentamientos donde asistimos a los evacuados con atención de Salud Pública en forma permanente, Desarrollo Social con alimentos, el ministerio de Gobierno que hace llegar agua y lo que corresponde a la seguridad”.

En declaraciones a Radio Libertad indicó que todo el personal de la municipalidad y los bomberos de la zona están acompañando y dando tranquilidad a alrededor de mil personas.

“Algunas viviendas de madera se despegaron y fueron arrastradas por el agua. O sea que todas esas viviendas y aquellas donde el agua llegó hasta el techo serán imposibles de utilizar después”, remarcó.

“El problema de Alba Posse es la cantidad de arroyos embalsados que tiene, por lo cual a muchos lugares hacen llegar la asistencia con botes. Constantemente estamos recibiendo asistencia de la gente también, todas las ayudas y donaciones son bienvenidas”, destacó.

Por su parte, el intendente de San Javier, Rubén Lima Natividade indicó que serían unas 400 familias las afectadas por la creciente en su municipio, entre evacuados y autoevacuados, y que hasta el momento están logrando afrontar la contingencia. “Aunque tenga que quedar endeudado, porque no sé cómo va a quedar la situación, la Municipalidad va a enfrentar todo con lo que sea”, aseguró.

Según relató en diálogo con Radio Libertad, la situación está bastante complicada porque hacía muchos años que San Javier no se veía afectado con una crecida de esa magnitud. “En el 92 creo que fue la última vez que llegó a los 15 metros. Ahora estamos con 14,70 metros”, dijo.

Respecto a la cantidad de evacuados informó que hasta el último informe habían socorrido a cerca de 300 familias, pero con las familias que se autoevacúan, fácilmente serían unas 400 las afectadas.

Por otra parte contó que afortunadamente tuvieron tiempo suficiente para evacuar a la gente ya que Prefectura les dio el alerta cuando la creciente impactó en El Soberbio. “Tuvimos tiempo para evacuar a los vecinos y pudimos sacar prácticamente a todos secos, sin que el agua les llegue. Obviamente que después la casa se inunda pero logramos retirar antes a las familias. Muchas veces sufrimos la resistencia de la gente que por ahí no se convence de que el agua va a llegar a su casa pero cuando ve que no hay opción se asusta y nos llaman rápido, y a veces son tres o cuatro familias en un solo momento y por eso es que por ahí a veces se complica un poco más”, añadió.

Asimismo dijo que seguramente la situación en El Soberbio es más grave por lo cual,  mientras en San Javier tengan la fuerza y puedan enfrentar y socorrer lo que quede de las casas, no hay problema. “Vamos a tratar de proteger sobre todo la integridad de la gente”, manifestó.

Por último indicó que la buena señal es que el agua en El Soberbio empieza a bajar. “Así que seguramente hasta las diez de la noche vamos a recibir la crecida y a partir de ahí va a empezar a estacionar y abajar el río en San Javier”, concluyó.

Las imágenes del daño que generó la creciente del río Uruguay en diferentes localidades, son desoladoras, principalmente en la localidad de El Soberbio. Ayer eran más de 3000 los evacuados. Muchos de ellos, lo perdieron todo y se quedaron con lo puesto.

Los establecimientos educacionales están funcionando como albergue para cientos de familias, que debieron abandonar sus hogares para preservar sus vidas, dejar lo material y aferrarse a lo sentimental, sus seres queridos.

Ante la fuerte demanda de diferentes necesidades, lo primero es atender la cuestión sanitaria, por ello los promotores de salud están constantemente recorriendo las casas, albergues, escuelas y lugares donde se encuentras los evacuados, para conocer el estado de salud de esas personas que estuvieron bajo el agua salvando lo que podían de sus casas.  Se escuchan diferentes historias, unas más duras que otras, personas que lo perdieron todo, se quedaron con lo puesto, piensan en su día a día y cuando pase todo, cómo van a comenzar a construir nuevamente sus casas.

En la escuela Especial Nº42, que se encuentra en la avenida San Martín, se reciben la mayor cantidad de colaboraciones y donaciones que llegan de los misioneros y los elementos llevados para asistir a todas las personas.

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