El plantel que conduce Alejandro Sabella ya hizo base en la sede donde el miércoles se medirá con Nigeria, en el último partido de la fase de grupos del Mundial.
La última escala del grupo F es más cerca de casa. Hasta Porto Alegre, en Río Grande do Sul, en la frontera con Argentina, llegó la Selección. Y el calor lo puso la gente, porque el clima que recibió a la delegación es muy distinto al de Belo Horizonte. Con frío y lluvia aterrizaron en el aeropuerto internacional Salgado Filho Lionel Messi y compañía. Y en la puerta del hotel Deville, a donde llegaron cerca de las 21, unos 300 hinchas saludaron a los jugadores cantando el hit que ya se hizo más popular que aquel histórico de la barra quilombera que hizo furor en México ’86. «Brasil, decime que se siente, tener en casa a tu papá», es el estribillo que se propagó en cada estadio, hotel o, simplemente, en la calle.
Según los cálculos de la Policía local, entre mañana y pasado, el día que el equipo nacional jugará ante Nigeria, se esperan entre 120 mil y 100 mil seguidores argentinos. Muchos de ellos, claro, sin entrada, lo que genera un mercado para la reventa. Ante semejante invasión albiceleste, la Prefectura de Porto Alegre anunció que colocará una pantalla gigante -además de la habitual que ofrece el Fan Fest-, que estará ubicada en la orilla del lago Guaiba, sobre la avenida Edwaldo Pereira Paiva.
«Recién llegados a Porto Alegre», tuiteó Ezequiel Lavezzi, uno de los jugadores más adeptos a las redes sociales, que ahora hacen furor en la intimidad de la Selección. Y subió una foto de sus compañeros en el micro. Entre la multitud de fanáticos, fue llamativo observar a muchos brasileños vestidos de celeste y blanco. Es que aquí, los usos y costumbres son parecidos a los nuestros. Se toma cimarrón, que no es otra cosa que el mate. Y el portugués es menos cerrado. También, dejó su huella Andrés D’Alessandro en el Inter de Porto Alegre, por eso muchos fieles del equipo colorado apoyan a la Argentina. Curioso fue que muchos de esos locales estuvieron desde temprano esperando por el crack rosarino, justo mientras Brasil vencía a Camerún y lograba la clasificación para los octavos de final de una Copa del Mundo que Argentina quiere ganar o ganar.
